La rinitis alérgica es una afección bastante común que afecta a una gran cantidad de personas en todo el mundo, se manifiesta con inflamación de la mucosa nasal y suele cursar con los siguientes síntomas: rinorrea, congestión nasal, estornudos y/o prurito.
Además de esta sintomatología también pueden aparecer manifestaciones óticas, oculares o faríngeas. Si estás buscando información sobre cómo controlar y tratar tu rinitis alérgica, ¡sigue leyendo!
Complicaciones asociadas a la rinitis alérgica
La rinitis afecta a la calidad de vida de las personas al tener un importante impacto en la salud física y mental.
No debe de banalizarse ya que puede complicarse y dar lugar a otras patologías respiratorias como pueden ser el asma, la sinusitis o la otitis media. En el caso del asma es un factor de riesgo, cuanto más grave es el asma, más grave es la rinitis.
Tipos de rinitis
Las causas que pueden dar lugar a la rinitis son varias, por lo que se habla de diferentes tipos de rinitis: alérgica, infecciosa, inducida por fármacos, hormonal, ocupacional…
Rinitis alérgica, la más habitual
La rinitis alérgica es la más habitual y se manifiesta tanto en niños como en adultos.
Clásicamente la rinitis alérgica se ha dividido teniendo en cuenta el tipo de alérgeno que la causa:
- Rinitis alérgica estacional: alérgenos al aire libre (polen)
- Rinitis alérgica perenne: los alérgenos se encuentran en interiores (polvo, ácaros..)
- Rinitis alérgica laboral: sustancias como cromo, níquel, formol, penicilinas…
Hace unos años la Organización Mundial de la Salud ha propuesto un cambio de clasificación teniendo en cuenta la duración de los síntomas y la afectación de la calidad de vida. Según esta nomenclatura, se divide la rinitis alérgica en:
- Intermitente/persistente
- Leve/moderada/grave
¿Cómo se diagnostica la rinitis alérgica?
El diagnóstico se realiza mediante un estudio detallado de la historia clínica y una exploración física completa, se recomienda hacer un estudio alérgico para conocer el alérgeno responsable.
Tratamiento de la rinitis, cuatro puntos importantes
- Evitar los factores desencadenantes como pueden ser medicamentos, irritantes o alérgenos.
- Tratamiento farmacológico: los corticoides intranasales tópicos, que actúan disminuyendo la inflamación nasal, se consideran de primera elección en el tratamiento de la rinitis alérgica leve/moderada. También se utilizan antihistamínicos orales, nasales u oculares para el tratamiento de la sintomatología a estos niveles.
- Inmunoterapia: consiste en la administración de extractos estandarizados a dosis crecientes por vía subcutánea o sublingual, bajo la supervisión de un médico especialista. Se prescribe a pacientes con rinitis alérgica moderada-grave, en los que no se alcanza un control de los síntomas con los tratamientos habituales.
- Medidas higiénico dietéticas: hacerse lavados nasales con solución salina o agua de mar, lavarse las manos de manera habitual, beber muchos líquidos que evitan la sequedad de las mucosas y las vías respiratorias, favorecer los entornos húmedos, evitar el tabaco y los entornos con agentes irritantes como humo o polvo.
Consulta con el médico en el caso de niños menores de 2 años, pacientes ancianos, mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, pacientes con cardiopatía, sospecha de infección.
Además debe de hacerse una valoración por el especialista cuando haya complicaciones asociadas o cuando sea necesario iniciar un tratamiento de inmunoterapia.
En conclusión, la rinitis alérgica es una afección bastante común que puede afectar significativamente la calidad de vida de las personas que la padecen. Es importante realizar un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado para controlar los síntomas y prevenir complicaciones. La prevención también es clave, evitando los factores desencadenantes y adoptando medidas higiénicas y dietéticas saludables.
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