Hasta el día 4 de diciembre, se habían notificado 5 focos de peste porcina africana en jabalíes salvajes de la provincia de Barcelona, con un total de 13 animales infectados. Por el momento, ninguna granja de cría de cerdos se ha visto afectada.
¿Qué es la peste porcina africana?
La peste porcina africana (PPA) es una enfermedad viral grave que afecta exclusivamente a los cerdos domésticos y a los jabalíes. Está causada por un virus muy resistente, capaz de sobrevivir durante largos periodos en carne, piensos o en el ambiente. La enfermedad se caracteriza por ser altamente contagiosa y, sobre todo, por presentar unos niveles de mortalidad próximos al 100% en las cepas más virulentas.
Aunque esta enfermedad se conoce desde principios del siglo XX en África, no fue hasta 1960 que se ha extendido por Europa, Asia y otras zonas, provocando importantes brotes y obligando a aplicar estrictas medidas sanitarias. En España, se declaró erradicada en 1995, tras 35 años de presencia en nuestro país.
La importancia de esta enfermedad se entiende sabiendo que España es líder europeo y tercer productor mundial de carne de cerdo.
¿Qué síntomas presenta?
Los síntomas de la PPA pueden variar mucho según la cepa del virus, pero las formas más agresivas suelen causar fiebre alta, debilidad, pérdida de apetito y hemorragias internas. Entre los signos más visibles están:
- Enrojecimiento o coloración azulada de la piel, especialmente en orejas y extremidades.
- Dificultad para respirar.
- Vómitos y diarrea, a veces con sangre.
- Aborto en hembras gestantes.
¿Qué peligro representa para las personas?
La peste porcina africana no representa ningún peligro para los seres humanos. No se transmite a las personas ni por contacto directo ni a través del consumo de carne de animales enfermos.
El virus no tiene capacidad para infectar al ser humano. Sin embargo, aunque no afecte a nuestra salud, sí nos influye debido al impacto que tiene sobre la industria porcina.
¿Qué impacto económico tiene?
El impacto económico de la PPA puede ser enorme. Cuando aparece un brote en una granja porcina, las autoridades deben sacrificar a todos los animales afectados o en riesgo, lo que provoca pérdidas millonarias para las granjas.
Además:
- Se bloquean exportaciones de carne y productos derivados.
- Aumentan los costes de control sanitario, vigilancia y limpieza.
- Se pueden generar problemas de abastecimiento y afectar al precio de la carne de cerdo.
- Las zonas rurales, donde la economía depende en gran parte de la ganadería, pueden sufrir consecuencias duraderas.
¿Cómo se puede prevenir?
La prevención es el arma más importante contra la PPA, sobre todo siendo una enfermedad que carece de tratamiento y de vacunas comercializadas (aunque si hay un prototipo de vacuna desarrollado en España, dentro del proyecto europeo llamado VACDIVA).
Algunas medidas clave para prevenir el contagio serían:
- Control estricto en granjas: limpieza y desinfección constante, uso de ropa y calzado específicos y prohibición de entrada a personas no autorizadas.
- Evitar el contacto con jabalíes: una de las principales vías de transmisión es el contacto entre animales domésticos y silvestres. Esto incluye la retirada de cadáveres de los animales infectados.
- Control del movimiento de animales y vehículos que puedan portar el virus.
- No alimentar a los cerdos con restos de comida, especialmente carne o derivados, ya que podrían estar contaminados.
- Rápida comunicación ante cualquier sospecha a las autoridades veterinarias, lo que permite actuar antes de que el brote se extienda.
Conclusión
La peste porcina africana es una enfermedad devastadora para los cerdos y para la economía de los países afectados, aunque totalmente inofensiva para las personas. Su alta contagiosidad, la falta de tratamiento y de vacunas obligan a poner el foco en la prevención, el control sanitario y la colaboración entre ganaderos, veterinarios y administraciones. Solo mediante una detección temprana y unas medidas estrictas es posible frenar su propagación y proteger a un sector fundamental para la alimentación y la economía de nuestro país.
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