El vitíligo es una enfermedad de la piel de carácter crónico y adquirida que se produce por la pérdida de melanocitos, que son las células que dan lugar al color a la piel, al pelo y a las mucosas. Afecta principalmente a la piel y en menor medida al pelo y a las mucosas.
Síntomas del vitíligo: ¿Cómo identificarlo?
La pérdida de melanocitos da lugar a manchas cutáneas despigmentadas, suelen ser placas simétricas y bilaterales de color blanco que son discordantes con el resto del color de la piel. El número de manchas es variable: pueden aparecer entre 1 y 100; y también es versátil su forma y su localización.
El vitíligo es la enfermedad despigmentante más frecuente, se estima que afecta entorno al 1-2 % de la población.
Aunque aparece en cualquier raza, es más habitual en las personas de tez oscura. Su inicio suele darse entre los 20 y los 30 años y su incidencia es similar entre hombres y mujeres.
¿Cuáles son las causas del vitíligo?
El origen de la enfermedad es desconocido y se cree que puede estar relacionada con diferentes factores. La principal hipótesis es el origen inmunológico, nuestras propias defensas atacan a la piel y también se cree que están involucradas circunstancias:
- Ambientales: la exposición a sustancias químicas, los traumatismos, las quemaduras solares, el estrés emocional intenso.
- Genéticas: más frecuentes en familiares de primer grado.
- Defectos de los propios melanocitos y el estrés oxidativo.
Enfermedades relacionadas con el vitíligo
Es común la asociación con otras enfermedades de carácter autoinmune como las enfermedades tiroideas: Enfermedad de Graves, Tiroiditis de Hashimoto, enfermedades reumatológicas: lupus eritematoso sistémico, artritis reumatoide…
También está relacionado con otras enfermedades cutáneas como la psoriasis, la alopecia areata o la dermatitis atópica.
No es una enfermedad contagiosa y tampoco supone un peligro para la vida de las personas, ocasiona fundamentalmente un problema estético que se vincula con problemas del estado anímico.
Diagnóstico del vitíligo y tratamientos disponibles
El diagnóstico lo realizan los dermatólogos y no suelen necesitar pruebas diagnósticas ya que con su experiencia lo diferencian por la clínica, pueden ayudarse de pruebas no invasivas como la dermoscopia, el examen de luz ultravioleta (Luz de Wood) o biopsias de la piel cuando existan dudas con otras enfermedades de la piel.
El tratamiento será distinto para cada persona porque va a depender de la localización y la amplitud de las manchas. También puede variar en el transcurso de la enfermedad o a la respuesta a tratamientos previos. Se utilizan diferentes fármacos tanto por vía oral como por vía tópica así como diferentes tipos de fototerapia o terapias despigmentantes.
Cuidados adicionales para los pacientes con vitíligo
Los pacientes con vitíligo deben protegerse del sol y evitar la exposición a radiación ultravioleta artificial, así como evitar los traumatismos.
El vitíligo es una enfermedad compleja que, aunque no afecta directamente la salud física, es impredecible.
Algunas áreas pueden recuperar pigmentación, pero también pueden surgir nuevas zonas afectadas.
Su impacto emocional es significativo, contar con grupos de apoyo o ayuda psicológica puede contribuir al bienestar emocional de las personas que lo padecen.