Las consultas relacionadas en la farmacia comunitaria sobre aftas bucales son frecuentes. Aunque en la mayoría de los casos se trata de un proceso limitado que se resuelve por sí solo a los pocos días, en algunos casos es necesario derivar al médico.
Causas de las aftas: explorando sus orígenes
La causa de aparición de las aftas bucales no se conoce con exactitud. En algunos casos el origen es traumático (uso de ortodoncias, prótesis dentales,…), presencia de infecciones víricas o bacterianas, cambios hormonales, reacciones adversas a medicamentos, deficiencias nutricionales (déficit de Vitamina B12, Hierro, Zinc o ácido fólico), hipersensibilidad a alimentos (piña, mostaza, frutos secos, vinagre,…) alteraciones psicológicas (estrés) pueden ser responsables de la aparición de este tipo de lesiones.
Su aparición es más común en niños y jóvenes. Conforme avanza la edad, disminuye su frecuencia de aparición.
Síntomas y manifestaciones de las aftas bucales
Los síntomas ocasionados varían según el tamaño y la ubicación, aunque los más habituales son: dolor en la zona, inflamación, enrojecimiento y sensibilidad en la zona y que en algunos casos se va a acompañar con dificultad para hablar, comer o beber.
Tratamiento de las aftas: recomendaciones y productos
Para su tratamiento se recomiendan productos que alivien las molestias y que faciliten la recuperación de la mucosa:
- Alivio del dolor: se puede recurrir a anestésicos tópicos, antiinflamatorios y corticoides.
- Evitar sobreinfecciones: antisépticos y en algunos casos antibióticos tópicos.
Además de los principios activos que contienen estos productos es muy importante la presentación ya que si buscamos mantener el preparado en la lesión durante el mayor tiempo posible, recurriremos a geles bioadhesivos, estos geles actúan formando una película sobre la lesión protegiendo a la mucosa y facilitando la actuación del producto. Si lo que necesitamos es que el producto sea de aplicación fácil, recurriremos a soluciones con aplicadores, tipo spray o colutorios para zonas de muy difícil acceso.
Estos tratamientos se pueden utilizar alrededor de 7-14 días, en caso de que la duración de las lesiones se prolongue, es conveniente una valoración médica.
Prevención y cuidado de las aftas bucales: consejos prácticos
Mantener una buena higiene bucodental es fundamental para reducir el riesgo o la aparición de estas molestas lesiones, para ello lo mejor es cepillarse los dientes después de las comidas, con un cepillado que no sea agresivo y dañe la mucosa bucal.
En el caso de uso de ortodoncias, el empleo de ceras es fundamental.
Es recomendable consumir alimentos blandos y húmedos que sean fáciles de tragar y evitar alimentos muy calientes, picantes o ácidos.