El botiquín doméstico es un elemento imprescindible en cualquier hogar. Debe servir para tener a mano todo el material de cura y primeros auxilios en caso de accidente, y para tener guardados, en condiciones de seguridad, los medicamentos que usamos en caso de afecciones leves de salud.

Para ello te dejamos los siguientes consejos.

MANTÉN EL BOTIQUÍN FUERA DEL ALCANCE DE LOS NIÑOS

Pero fácilmente accesible para cualquier adulto. No es buena idea tenerlo bajo llave ni escondido en el altillo de un armario o en el garaje. Tiene que ser fácil y rápido acceder a él y abrirlo en caso necesidad.

NO DEBE ESTAR NI EN EL BAÑO NI EN LA COCINA

En el botiquín hay medicamentos que necesitan un lugar fresco y seco para garantizar su efectividad y seguridad. En el baño y la cocina la temperatura y la humedad cambian drásticamente.

NUNCA USES MEDICAMENTOS CADUCADOS

Parece una obviedad, pero hay que decirlo. Los medicamentos caducan, y pasada la fecha indicada no deben utilizarse. Esta información está en las cajas y los prospectos. Además muchos fármacos tienen fechas de uso máximas desde que se abren. Apunta la fecha de apertura de cada fármaco en su caja y consérvala.

REVISA Y ADAPTA EL CONTENIDO

En general, cualquier elemento que se utilice o se gaste debe reponerse, pero esto no siempre se hace. Revisa el botiquín en cada cambio de estación, retira los medicamentos caducados o estropeados, repón los gastados y piensa durante un momento en las necesidades específicas para la próxima temporada. El botiquín no será igual en verano que invierno. Lleva los medicamentos retirados al punto SIGRE de tu farmacia de confianza.

EL BOTIQUÍN NO ES UN ALMACÉN DE PRODUCTOS QUE NO USAS

Si necesitas comenzar un tratamiento con un medicamento que tienes guardado en el botiquín retíralo de allí. El tratamiento activo, ya sea crónico o agudo, debe guardarse en un lugar fresco y seco independiente para cada miembro de la familia. De esta manera se mejora el cumplimiento terapéutico y se evitan posibles confusiones.

NO ACUMULES MEDICAMENTOS DE TRATAMIENTOS PASADOS

Un medicamento que está indicado para una persona puede no estarlo para otra con unos síntomas similares, o incluso para la misma persona seis meses después. Si quedan restos lo más recomendable es llevarlos al punto SIGRE de la farmacia.

El contenido del botiquín dependerá de cada hogar y tendrá que adaptarse las características propias de las personas que vivan allí. Te dejamos un listado de contenido básico que puede servirte de referencia a la hora de elaborar tu propio botiquín. Recuerda que, en caso de necesidad, siempre hay una farmacia cerca con un profesional de salud dispuesto a ayudarte. Por eso no es necesario que el botiquín sea muy grande. Debe contener lo justo para aplicar primeros auxilios y  los medicamentos para los problemas leves de salud más habituales.

LOS BÁSICOS

MATERIAL DE CURA:

Gasas estériles, vendas elásticas, esparadrapo, apósitos para heridas, algodón, guantes estériles, tijeras y pinzas.

UN TERMÓMETRO:

Un imprescindible para detectar si tenemos fiebre.

PARA LA LIMPIEZA DE HERIDAS:

Suero fisiológico y antisépticos desinfectantes, como clorhexidina, agua oxigenada o povidona yodada.

PARA EL DOLOR O LA FIEBRE: 

Analgésicos, antiinflamatorios, antitérmicos, como el ibuprofeno o el paracetamol.

PARA ALIVIAR LOS SÍNTOMAS DEL RESFRIADO:

Medicamentos antigripales.

PARA MALESTAR DE ESTÓMAGO:

Medicamentos antiácidos y para gases.

PARA LA DIARREA:

Sobres para preparar suero oral para rehidratación.

PARA REACCIONES ALÉRGICAS LEVES:

Antihistamínicos orales.

PARA QUEMADURAS:

Una pomada específica.

Los medicamentos que nombramos son, en general, seguros y eficaces pero pueden estar contraindicados para algunas personas. Asegúrate de saber usarlos de la manera más eficaz y segura. Especialmente asegúrate de conocer la dosis adecuada para cada persona de tu familia. En caso de duda consulta a tu farmacéutico de confianza.