En los últimos años y de forma recurrente aparecen en los medios de comunicación noticias relacionadas con la escasez de tal o cual medicamento, problema este que lejos de solucionarse, se ha acrecentado y ha llegado a afectar a miles de pacientes, mayoritariamente crónicos, que son conocedores de esta situación en primera persona. Según datos del Consejo General de Colegios de Farmacéuticos, los grupos de medicamentos más afectados por esta situación son los relacionados con el sistema cardiovascular y el sistema nervioso (48,5%).
En primer lugar hemos de decir que este no es un problema que afecta exclusivamente a España, en Europa también está ocurriendo. Ante esta situación, cuando un paciente acude a su farmacia en busca de un medicamento y el farmacéutico le informa de esta incidencia se abren una serie de posibles actuaciones que analizaremos a continuación.
Cuando un médico le prescribe a un paciente una medicación para tratar una patología determinada, esta se ha de tomar de la manera indicada durante el tiempo preciso, cualquier modificación en la pauta marcada puede acarrear un problema de salud. Consecuentemente, ante el desabastecimiento de un medicamento se abren varias posibilidades:
-Que el medicamento en cuestión sea susceptible de ser sustituido por el farmacéutico por otro exactamente igual (es decir, con la misma composición, dosis y forma farmacéutica) que se encuentre en el mercado, lo que soluciona el problema del incumplimiento del tratamiento prescrito por el médico aunque pueda generar alguna desconfianza o cierta confusión porque el envase no es igual al que el paciente tiene en casa. La sustitución de un medicamento no es la situación ideal pero el paciente mantiene su medicación y el problema de salud se solventa.
-Que el medicamento afectado sea único en el mercado o que los posibles sustitutos también estén afectados por desabastecimiento, con lo que el paciente ha de comunicarse con su médico a fin de que este valore la prescripción de otro similar (si hubiera) o prescriba la elaboración de una fórmula magistral por el farmacéutico en los casos que ello sea posible. Estos casos, estadísticamente ocurren en mucho menor número que los anteriores pero pueden producir una mayor incidencia de problemas de salud por no encontrarse alternativa de igual eficacia. En el caso de que no dispongamos de alternativas terapéuticas al medicamento desabastecido, la Agencia Española de Medicamentos puede proceder a la importación del medicamento extranjero equivalente.
La siguiente cuestión que se plantea el usuario o paciente es el porqué de esta situación, algo que no ocurría hasta ahora, que no se soluciona y que en muchos casos hace peregrinar al afectado o a sus familiares de farmacia en farmacia con la esperanza de encontrar alguna existencia “despistada” en alguna de ellas.
La causa de que desde el año 2016 hasta la fecha se hayan registrado 659 medicamentos con problemas de suministro, no es única y se debe a varios factores según el Consejo General de Farmacéuticos:
-Cuando la fabricación de principios activos, esto es, los compuestos que lleva un medicamento y que son responsables de su actividad, se concentra en muy pocas plantas de producción a nivel mundial.
-Una demanda incrementada que acarrea problemas de producción
-Escasez de materia prima para la elaboración de los principios activos.
-Políticas gubernamentales de precios de medicamentos.
En fin, que este es un problema de incidencia global sin solución única ni causa única, pero que se debe coordinar a tiempo para que los grandes avances en terapéutica farmacológica del último siglo no se vean afectados por problemas ajenos a la investigación y a la ciencia.