La Organización Mundial de la Salud estimó que aproximadamente el 50% de los pacientes con enfermedades crónicas son no adherentes a sus tratamientos. Y en algunas enfermedades (como la depresión o la ansiedad) puede llegar al 75%.
¿Qué es la adherencia terapéutica?
Es un concepto técnico que usamos los médicos y farmacéuticos para hacer referencia al grado en que el comportamiento de una persona se corresponde con las recomendaciones acordadas con un profesional sanitario. Estas recomendaciones pueden incluir tomar medicamentos, seguir un régimen alimenticio o ejecutar cambios en el modo de vida.
Y llegamos a un absurdo en el que tenemos los mejores medicamentos de la historia, los más seguros, los más eficaces y los mejores médicos con las mejores técnicas de diagnóstico y los mejores algoritmos de decisión terapéutica y, en el mejor de los casos, solo el 50% de los pacientes cumplen correctamente con su tratamiento.
¿Por qué cada medicamento se toma de una forma diferente?
- Porque cada medicamento es diferente. Algunos principios activos actúan rápidamente pero el organismo los depura en pocas horas. Otros son capaces de mantenerse en el organismo durante mucho tiempo. Por eso hay algunos medicamentos que se toman cada 6 o cada 8 horas y otros que se administran una vez a la semana o incluso una vez al mes o cada varios meses. Depende de las características intrínsecas de cada principio activo y de la forma farmacéutica que se administre.
- Porque cada patología es diferente. En el caso de los tratamientos para la hipercolesterolemia, por ejemplo, la mayoría se administran por la noche porque es cuando nuestro organismo genera colesterol. Si se administraran por la mañana se perdería mucha de su eficacia.
- Porque cada persona es diferente. En función de las necesidades de cada persona y de sus características los medicamentos pueden administrarse en un momento o en otro. Por ejemplo, un paciente con hipertensión puede necesitar controlarla por la mañana y otra persona puede que tenga un pico de tensión por la noche. La estrategia a seguir será diferente en cada caso. Incluso puede que algún paciente necesite una estrategia combinada y use dos o tres antihipertensivos diferentes en diferentes momentos del día.
- Porque los medicamentos pueden interaccionar. A veces un mismo paciente necesita usar dos medicamentos que pueden interaccionar. En este caso se separan las tomas. Puede ser en una persona tome el medicamento A por la mañana y otra lo tome por la noche para evitar estas interacciones.
El médico establecerá la pauta completa de medicación teniendo en cuenta las características de la persona, sus patologías, su tratamiento previo, sus objetivos terapéuticos y sus preferencias de forma personalizada y esto puede crear pautas de tratamiento realmente complejas.
¿Qué pasa si no tomo la medicación que me prescribe el médico?
Nada, y todo. Las personas somos libres de decidir si tomamos o no los tratamientos que nos prescriben. Lo que es un error es mentirle al médico. Esto es algo que explicamos muchas veces en la farmacia.
Si una persona tiene un accidente y tiene que ir al hospital los médicos actuarán en base a la información que tienen.
Si les damos información incorrecta (por ejemplo, si no tomamos alguno de los medicamentos que figuran en nuestro historial farmacoterapéutico) es posible que tomen decisiones que pongan en serio riesgo nuestra salud.
Por eso, si no quieres tomar alguno de los medicamentos que tienes prescritos, háblalo con tu médico.
¿Qué pasa si me pautan un medicamento cada 8 horas y yo lo tomo una vez al día?
Pues que el medicamento no será eficaz. Es lo que se llama una ineficacia cuantitativa. La mayoría de los tratamientos crónicos buscan llegar a una concentración estable del medicamento en el lugar en el que hace efecto.
Cuando no tomamos la medicación tal como ha sido pensada o la tomamos un día sí y otro no, su efecto, no solo no será igual, posiblemente no haya ningún efecto beneficioso. Aunque si pueden aparecer reacciones adversas.
Tendremos todos los riesgos y ninguno de los beneficios de usar ese medicamento.
¿Cuáles son los riesgos de no tomar correctamente la medicación prescrita?
- El fracaso terapéutico, es decir, no llegar a objetivos de salud como un rango de presión arterial, o un objetivo de hemoglobina glicosilada.
- Disminución del control de los problemas de salud.
- Mayor probabilidad de recaídas y agravamiento de la patología
- Incremento de la mortalidad asociada a una enfermedad concreta.
- Aparición de efectos secundarios.
- Empeoramiento de la calidad de vida relacionada con la salud.
- Incremento del uso y coste de los recursos sociosanitarios.
¿Qué hace que una persona tome mal su tratamiento?
Hay muchos factores:
- Factores relacionados con los pacientes: edad, género, entorno cultural, nivel de educación… muchísimos.
- Factores relacionados con el estado de la enfermedad: que incluyen aspectos como la ausencia de síntomas (claro ejemplo puede ser la diabetes o la hipercolesterolemia), o si se ha producido o es posible una mejora terapéutica.
- Factores relacionados con la terapia: Incluida la complejidad del tratamiento. En los últimos años hemos visto un esfuerzo de los laboratorios para simplificar los tratamientos crónicos y las pautas complejas elaborando sistemas de liberación retardada o combinaciones de medicamentos.
- Factores relacionados con el personal y el sistema sanitario: ¡Qué importante es el trato entre el paciente y el profesional de la salud! Es un punto clave.
¿Cuáles son los tipos de falta de adherencia?
Aunque hay muchas definiciones vamos por la más usada, que es la de Morisky-Green:
- Falta de adherencia intencionada. El paciente no se toma la medicación porque no quiere.
- Falta de adherencia no intencionada. Debida a la imposibilidad del paciente para tomar la medicación por falta de recursos o capacidad.
¿Qué se puede hacer para mejorar la adherencia?
Depende del motivo, claro, pero, entre ellas:
- Simplificar la pauta terapéutica todo lo posible. Reduciendo todo lo posible el número de dosis, usar dispositivos sencillos (en el caso de terapia inhalada), y cualquier medida que simplifique la vida del paciente.
- Educar al paciente. Es muy importante saber para qué se usa cada medicamento, tratar de comprenderlo en la medida que sea posible. Entender los riesgos de la patología, su evolución si no se trata adecuadamente. De manera que podamos, todos, comprender el enorme beneficio que supone tener disponibles tantos medicamentos.
- Ayudas técnicas: Como la preparación de Sistemas Personalizados de Dosificación en las farmacias, los blisters con calendarios, etc.
- Estrategias conductuales: como asociar la toma de medicamentos a eventos del día a día o la recompensa por utilizar bien los tratamientos.
- La ayuda familiar. Por supuesto y fundamental, contar con la ayuda de familiares y cuidadores para administrar la medicación cuando el paciente no es capaz de hacerlo por si mismo.
¿Esta es la única forma de abordar este problema?
A veces se aborda este problema de forma un tanto simplista. Aquí hay dos factores claves y de naturaleza compleja:
- El tratamiento y su optimización. A veces es necesario hacer un estudio profundo de la medicación pautada y optimizarla priorizando unos objetivos terapéuticos sobre otros. Sabemos que hay una relación directa entre la adherencia y la complejidad del tratamiento, en ocasiones habrá que llegar a un compromiso.
- La relación paciente-medicamento-profesional de la salud. Los diferentes profesionales de la salud, especialmente aquellos que estamos directamente relacionados con la medicación, tenemos la responsabilidad de trabajar en mejorar la relación del paciente con su medicación. Esta es una idea que ya hemos comentado antes pero comprender la medicación, entender las patologías, saber cuáles son los beneficios a corto, medio y largo plazo de seguir las diferentes recomendaciones es clave para que el paciente utilice correctamente sus medicamentos.
Una vez más te recordamos que los farmacéuticos somos los verdaderos expertos del medicamento y que estamos muy cerca de ti, dispuestos a explicarte lo que necesites sobre ellos.
Si detectas algún problema relacionado con la toma de medicamentos, en ti mismo o en alguien de tu familia, coméntalo con tu farmacéutico de confianza.
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