El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno del neurodesarrollo que afecta en torno al 7% de los niños en edad escolar. Este trastorno es de naturaleza crónica, comenzando en la infancia y, en muchos casos, persistiendo hasta edad adulta.
Edad de aparición y diagnóstico del TDAH
Los primeros síntomas del TDAH suelen aparecer entre los 4 y 5 años, aunque debido a su naturaleza y los síntomas que aparecen a esta edad, el diagnóstico en esta etapa puede ser más complejo. Generalmente, se detecta durante la educación primaria cuando comienzan a surgir dificultades en el rendimiento académico.
Causas del TDAH: multifactorial y genético
Aunque no existe una causa única identificada, el TDAH se considera un trastorno multifactorial con una base neurológica significativa y una fuerte predisposición genética, la cual interactúa con diversos factores ambientales.
Síntomas del TDAH: inatención, hiperactividad e impulsividad
El TDAH se manifiesta a través de un patrón continuo de hiperactividad, impulsividad y/o inatención, que puede interferir en el desarrollo, las relaciones sociales y las actividades cotidianas. Por ello, es crucial un diagnóstico temprano para mejorar la calidad de vida del afectado.
Déficit de atención
Se manifiesta en forma de distracción y falta de concentración en el entorno familiar, escolar o social. Estos niños a menudo están despistados, se distraen con facilidad, cambian de tema en las conversaciones y puede dar la impresión de no estar escuchando. En cuanto a las actividades cotidianas, es común que las olviden y les resulten muy difíciles de realizar. Este síntoma es el más complicado de detectar y sobre todo en edades tempranas teniendo en cuenta los signos que lo caracterizan.
Hiperactividad
Los niños con TDAH suelen estar en constante movimiento y tienen dificultades para realizar actividades que requieren calma. La característica más notoria es su dificultad para permanecer sentados o tranquilos, lo que hace que este síntoma sea el más fácil de identificar.
Impulsividad
Aunque este es el menos común de los tres síntomas, se caracteriza por la impaciencia, interrupciones constantes, dificultad para esperar su turno y respuestas precipitadas.
Relación entre los síntomas del TDAH y las dificultades diarias
El déficit de atención tiende a estar más relacionado con dificultades académicas, mientras que la hiperactividad e impulsividad afectan más las relaciones sociales.
Tipos de TDAH
Existen diferentes tipos de TDAH:
- TDAH de tipo predominantemente inatento
- TDAH de tipo predominantemente hiperactivo-impulsivo
- TDAH de tipo combinado
Evolución de los síntomas del TDAH
Es importante destacar que los síntomas del TDAH pueden variar a lo largo de la vida. Lo que un niño manifiesta en su infancia no necesariamente será lo mismo que experimente en la adultez, ya que el comportamiento y la forma de pensar evolucionan con el tiempo.
Tratamientos del TDAH
Intervención psicosocial
El tratamiento del TDAH generalmente combina la intervención psicosocial con el tratamiento farmacológico. Incluye programas diseñados para mejorar el rendimiento escolar, la atención y la conducta del paciente. Las intervenciones psicológicas pueden involucrar terapias cognitivo-conductuales, entrenamiento en habilidades sociales y apoyo familiar para educar e informar a padres y cuidadores. También existen intervenciones psicopedagógicas con programas de apoyo en el entorno escolar.
Tratamiento farmacológico
El tratamiento farmacológico está destinado a controlar los síntomas del TDAH. Existen varios medicamentos disponibles, y su uso depende de una evaluación individualizada de cada caso.
En resumen
El TDAH es un trastorno complejo y multifactorial que afecta a un porcentaje significativo de niños y, en muchos casos, persiste en la adultez. Su diagnóstico temprano y un abordaje integral son esenciales para mejorar la calidad de vida de quienes lo padecen. La combinación de intervenciones psicosociales y tratamiento farmacológico, adaptados a las necesidades individuales, puede ayudar a gestionar los síntomas y mitigar las dificultades en el ámbito escolar, social y familiar. Con un enfoque adecuado, es posible que las personas con TDAH lleven una vida plena y productiva.
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