Se trata de un síndrome crónico, de origen desconocido, con una evolución compleja y variable, responsable de ocasionar dolor generalizado.

Principales síntomas asociados a la fibromialgia

La fibromialgia se caracteriza por un dolor generalizado sin signos de inflamación, acompañado de síntomas muy diversos como alteraciones del sueño, rigidez, fatiga, depresión y alteraciones cognitivas, que afectan significativamente la calidad de vida de quienes la padecen.

Factores genéticos y ambientales desencadenantes

Esta enfermedad afecta mayoritariamente a mujeres entre los 30 y 55 años y tiene un componente genético importante:

los familiares de primer grado de pacientes con fibromialgia tienen un riesgo ocho veces mayor de desarrollarla.

Sobre este componente genético también actúan factores ambientales como estrés emocional, traumas físicos o infecciones (por ejemplo, Epstein Barr, parvovirus o enfermedad de Lyme) pueden desencadenar los síntomas.

Diagnóstico clínico: cómo identificar la fibromialgia

El diagnóstico de la fibromialgia se basa en criterios clínicos, ya que en la actualidad no existen pruebas objetivas específicas.

Se considera la presencia de dolor generalizado por meses, la exclusión de otras causas, sensibilidad en puntos específicos del cuerpo (pequeñas zonas que provocan dolor al ser palpadas y originan una respuesta desproporcionada ante el dolor, ya que se perciben como dolorosos estímulos que no deberían serlo) y síntomas asociados como fatiga, trastornos del sueño, cefaleas tensionales, alteraciones del estado de ánimo o síndrome de intestino irritable.

Pronóstico de la fibromialgia: ¿se puede mejorar?

Aunque la fibromialgia es una enfermedad crónica, no es degenerativa ni tiene por qué ser progresiva, al contrario, puede ser recuperable. Factores como actividad física regular, la edad avanzada, la ausencia de trastornos psiquiátricos, entre otros, pueden favorecer un mejor pronóstico.

Tratamiento multidisciplinar: alivio de síntomas y calidad de vida

El tratamiento es sintomático y busca disminuir el dolor y la fatiga, mejorar la calidad del sueño y los niveles de actividad del paciente, en definitiva, mejorar calidad de vida. La fibromialgia requiere un tratamiento y una atención multidisciplinar e individualizada, combinando medidas farmacológicas con tratamiento físico rehabilitador.

Algunas claves

¿Te ha gustado esta información?

Puedes seguirnos en Facebook o en Instagram y suscribirte a nuestro boletín. También puedes ayudarnos compartiendo este artículo en tus redes sociales. ¡Muchas gracias!