La osteoporosis es una enfermedad ósea muy común que se caracteriza por una disminución en la densidad y calidad de los huesos.
Como consecuencia, los huesos se vuelven más porosos, con un mayor número y tamaño de cavidades internas, lo que incrementa la cantidad de aire en su interior. Esto provoca que se vuelvan más frágiles aumentando así el riesgo de fracturas incluso ante esfuerzos mínimos.
Prevalencia
Según datos de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), en 2019 un 5,4 % de la población en España padecía osteoporosis. Esta enfermedad afecta aproximadamente al 22,6 % de las mujeres y al 6,8 % de los hombres mayores de 50 años. Se estima que su prevalencia aumentará significativamente en los próximos años, debido al envejecimiento progresivo de la población.
La osteoporosis no solo representa un problema de salud frecuente, sino que también tiene un importante impacto en la morbimortalidad. Se calcula que una de cada cinco personas fallece en el año siguiente tras sufrir una fractura de cadera.
Debido a su impacto sanitario y social, la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera a la osteoporosis como el segundo problema de salud más relevante después de las enfermedades cardiovasculares.
Tipos de osteoporosis
- Tipo I o postmenopáusica: Afecta principalmente a mujeres entre los 50 y 75 años, como consecuencia de la disminución en los niveles de estrógenos tras la menopausia.
- Tipo II o senil: Suele presentarse a partir de los 70 años, tanto en hombres como en mujeres, y está relacionada con una deficiencia de calcio derivada del proceso natural de envejecimiento.
- Idiopática (juvenil o del adulto): Aparece sin una causa conocida, y puede afectar tanto a personas jóvenes como adultas.
Factores de riesgo
La osteoporosis puede afectar a cualquier persona, pero es más común en mujeres después de la menopausia y en personas mayores de 70 años. Existen diversos factores que aumentan la probabilidad de desarrollarla, entre ellos:
- Genética: Antecedentes familiares de osteoporosis o fracturas
- Raza: Existe una mayor prevalencia en personas de raza blanca o asiática
- Constitución física: Las personas delgadas o con constitución ósea pequeña tienen mayor riesgo así como aquellas que tienen un índice bajo de masa corporal.
- Menopausia: Especialmente si ocurre de forma precoz
- Desequilibrios hormonales
- Alimentación inadecuada: Dietas pobres en calcio o vitamina D
- Trastornos alimenticios
- Tabaquismo y consumo excesivo de alcohol
- Sedentarismo
- Ciertas enfermedades: Como artritis reumatoide, enfermedad celíaca o insuficiencia renal crónica
- Uso de algunos medicamentos durante un tiempo prolongado.
- Fracturas previas
Síntomas de la osteoporosis
La osteoporosis es conocida como una «enfermedad silenciosa», ya que en la mayoría de los casos no presenta ningún síntoma evidente en sus primeras etapas ni provoca alteraciones perceptibles por sí misma. Generalmente, se diagnostica tras la primera fractura ósea.
Los síntomas más comunes, una vez avanzada la enfermedad son:
- Fracturas vertebrales por pequeños movimientos como pueden ser agacharse, toser y estornudar.
- Microfracturas
- Dolor óseo o muscular persistente
- Aplastamientos vertebrales, que pueden provocar pérdida de estatura o encorvamiento de la columna
- Fracturas de repetición de huesos largos (siendo los más comunes el fémur y la muñeca)) por golpes o caídas mínimas. Frecuentes en personas de edad avanzada.
Tratamiento de la osteoporosis
El tratamiento de la osteoporosis tiene como objetivo principal prevenir las fracturas y frenar el avance de la pérdida ósea. Puede incluir tanto medidas no farmacológicas como farmacológicas. En cualquier caso, será el médico quien determine el tratamiento más adecuado según las características y necesidades de cada paciente.
Medidas no farmacológicas
- Realizar actividad física regular, especialmente ejercicios que mejoren la fuerza, el equilibrio
- Abandonar el hábito de fumar
- Evitar el consumo de alcohol
- Mantener una dieta rica en proteínas
- Prevenir caídas mediante un entorno seguro y buena movilidad
- Asegurar un aporte adecuado de vitamina D
Medidas farmacológicas
- Uso de medicamentos que reducen la pérdida de masa ósea o estimulan la formación de nuevo tejido óseo, mejorando así su densidad
- Suplementos de calcio y vitamina D, cuando la dieta no cubre los requerimientos diarios
En resumen, la osteoporosis es una enfermedad silenciosa pero con consecuencias importantes para la calidad de vida. La detección precoz, la adopción de hábitos saludables y el seguimiento médico son fundamentales para prevenir fracturas y preservar la salud ósea a lo largo del tiempo.


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