La nariz es la vía aérea principal del aparato respiratorio, permite oler y participa en el sentido del gusto, además tiene otras tres funciones: calentar el aire que inhalamos, humedecerlo y filtrarlo. Es necesario filtrar el aire para evitar que partículas extrañas entren en el organismo.
El aire que me das
El aire que respiramos no está completamente limpio, no es completamente puro. Está cargado con alérgenos, bacterias, virus, humo y otras partículas potencialmente dañinas. Cuando todo funciona bien, estas impurezas quedan retenidas en la nariz y luego son expulsadas gracias a los cilios de la mucosa nasal que lo eliminan por medio del moco. Sin embargo, estas partículas pueden producir inflamación, congestión y sensación de malestar. Por eso, en ocasiones, nos puede ayudar mucho hacer limpiezas nasales con agua de mar.
El agua de mar es… agua de mar
Cuando hablamos de “agua de mar” en general nos referimos a, literalmente, agua extraída del mar, filtrada y esterilizada, con todos sus minerales y oligoelementos presentes naturalmente. Lo único que se le hace es controlar la cantidad de sal para que sea hipo, iso o hipertónica.
Hipo, iso e hiper
Una solución salina puede ser hipotónica, isotónica o hipertónica.
– Isotónica. Tiene la misma concentración de sales que las células de nuestro cuerpo, es decir, 9 gramos de sal por litro de agua. Cuando las células se ponen en contacto con esta solución no hay intercambio de agua. El agua de mar isotónica, la que tiene la misma concentración que nuestras células, hace un efecto de lavado por arrastre. Consigue arrastrar la mucosidad y las partículas extrañas ahí depositadas, dejando la zona limpia e hidratada.
Evidentemente, introducir agua por la nariz no resulta muy cómodo (de ahí el titular de este artículo) pero al ser isotónica y en cantidades controladas es muy poco molesto y los beneficios de retirar partículas potencialmente irritantes o incluso capaces de producir enfermedades y dejar la zona limpia e hidratada hacen que valga la pena.
En muchos casos se recomienda la higiene diaria con agua de mar, por ejemplo en personas con alergias, en pacientes con rinitis, siempre que haya un acúmulo de moco, en casos de tabiques desviados que comprometen los mecanismos de limpieza de nuestro propio organismo y, en general, se considera una buena práctica para todo el mundo.
– Hipertónica. Tiene más de 9 gramos de sal por litro de agua. Cuando una solución hipertónica entra en contacto con nuestras células se produce un intercambio de agua, de manera que el agua sale de las células por un fenómeno de ósmosis. Así podemos retirar agua, por ejemplo, de las células de la mucosa nasal ayudando a su descongestión. El agua de mar hipertónica tiene los mismos beneficios que la isotónica sumando que es capaz de retirar agua de la propia mucosa. Tiene un efecto directamente descongestivo y, de forma evidente, mayor poder de arrastre. La contrapartida es que es un poco más incómoda. Por eso solo se recomienda cuando existe congestión nasal. Lo bueno que tiene, frente a otros descongestivos, es que no produce efecto rebote. También se suele recomendar en niños, ya que, en función de la edad, los niños pueden no saber sonarse de forma efectiva y el agua de mar hipertónica favorece una mayor limpieza de la zona nasal.
– Hipotónica. Tiene menos de 9 gramos de sal por litro de agua. De manera que, por los mismos principios de ósmosis, el proceso ocurre en el sentido inverso. El agua irá de la solución hipotónica hacia dentro de las células. Esto puede llevar a que explosionen. El agua de mar hipotónica no se usa para limpiar la nariz.
Fuerza y concentración
Concentración y fuerza, en este caso, no están relacionadas. Algunas marcas comercializan aguas de mar con diferentes fuerzas. Se refieren a la fuerza con la que sale el chorro de agua del dispositivo. Mayor fuerza implica que llegue a una zona más profunda.
En niños se recomiendan fuerzas más bajas, en adultos fuerzas medias y en caso de mucha mucosidad o incluso de obstrucciones, fuerzas elevadas.
Diferencias importantes
Hay muchas marcas disponibles de aguas de mar, cada una de ellas con sus características. Algunas diferencias importantes.
- Algunas no vienen del mar. Ya sé que hemos dicho que el agua de mar es agua del mar, pero, en ocasiones, algunas casas comerciales llaman “agua de mar” a sueros salinos isotónicos. Atentos.
- Algunas tienen añadidos. Que pueden ser interesantes como esencia de eucalipto, aloe vera y otras que pueden favorecer la descongestión o la hidratación.
- Algunas tienen gases propelentes y otras no. Es decir, algunas marcas introducen en el dispositivo un gas a presión que es el que hace que el agua de mar salga a presión. Otras marcas consiguen el mismo efecto introduciendo el agua de mar en unos curiosos cilindros de caucho elásticos.
Consulta siempre
La elección de un agua de mar u otro dependerá de las necesidades de cada persona y de sus gustos y preferencias. Si tienes preguntas, déjate guitar por tu farmacéutico de confianza que siempre buscará la solución adaptada a tu circunstancia.
AUTORES
Farmacéuticos del comité de redacción
AVAL CIENTÍFICO
CIM del Colegio de Farmacéuticos de Pontevedra
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