La halitosis, también denominada fetor oris o estomatodisodia, define un cuadro de olor desagradable del aliento.

La halitosis es muy común

Probablemente, muchos de las personas que la padecen no son conscientes de este problema, debido a la adaptación de su sentido del olfato, especialmente en personas con halitosis crónica.

Cualquier persona lo puede padecer, lo que implica no sólo posibles afectaciones en la salud sino también repercusiones sociales que en algunos casos pueden llegar a ser importantes afectando a las relaciones sociales, laborales…

La halitosis se relaciona con la descomposición de los alimentos y la saliva, lo que provoca un aumento del crecimiento bacteriano responsable de la emisión de compuestos gaseosos sulfurosos.

Factores que favorecen su aparición

  • Edad
  • Portadores de prótesis y/o ortodoncia
  • Cantidad de saliva disminuida, como en caso de xerostomía, respiración nasal, empleo de fármacos responsables de sequedad bucal…
  • Tabaco
  • Ayuno y dietas hipocalóricas
  • Dietas ricas en grasas y proteínas
  • Ciertos alimentos (ajo, cebolla…)

Origen intraoral

En la mayoría de los casos, el origen de la halitosis está en la cavidad bucal y muy relacionada con problemas de encías. Una higiene oral deficiente tampoco ayuda.

Medidas para el control de la halitosis

Entre las medidas generales para disminuir o reducir la aparición de halitosis tenemos:

  • Mantener una buena higiene bucal, utilizar hilo dental o cepillos interdentales diariamente y cepillado con pasta fluorada después de las comidas principales (si quieres leer más sobre el uso de flúor y la caries dental entra aquí) no debemos olvidarnos de limpiar bien la lengua y el paladar. Hay raspadores linguales diseñados específicamente para esta tarea.
  • Uso de enjuagues y colutorios, ayudan a reducir la acumulación de bacterias orales responsables de la aparición del mal olor.
  • Revisiones periódicas al odontólogo para mantener una correcta salud bucodental.
  • Evitar el tabaco, el alcohol o un consumo excesivo de café.
  • Beber agua con frecuencia, para estimular la salivación.

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