Con las temperaturas que estamos viviendo estos días más de uno ya habrá estrenado la piscina. Un chapuzón en un día caluroso puede ser una experiencia refrescante y divertida. ¡Recuerda que ducharse al salir de la piscina es fundamental! Hoy te explicamos por qué.
Un agua segura para el baño
El agua de las piscinas tiene que estar tratada y controlada. Ya sea una piscina pública o privada hay que revisar los niveles básicos de pH y cloro (en la mayoría de los casos) o de pH y bromo para asegurar una experiencia segura. Las piscinas de sal no son otra cosa que piscinas con una pequeña fábrica de cloro, así que todo lo que vamos a contar también aplica para ellas.
El agua de las piscinas tiene que estar tratada con 2 objetivos:
- Evitar la proliferación de bacterias y otros microorganismos gracias al efecto desinfectante del cloro o del bromo.
- Mantener el pH adecuado para el correcto funcionamiento del cloro/bromo y que no agreda la piel.
Las piscinas pueden tener otros químicos como floculantes, alguicidas, sal, antical, reguladores del pH, oxígeno activo, etc.
Todo esto hace que bañarnos sea seguro. Entonces…
¿Por qué debemos ducharnos al salir?
Es evidente que es buena idea limpiar la piel al salir de la piscina, pero ¿alguna vez has pensado por qué?
Con una sencilla ducha evitaremos:
- Piel seca e irritada: El cloro y otros químicos pueden resecar la piel, haciéndola sentir áspera y con picazón. Especialmente si al salir de la piscina nos ponemos a tomar el sol.
- Ojos rojos y llorosos: El cloro (y las cloraminas) irritan los ojos, causando enrojecimiento, picazón y lagrimeo. ¡Hay que limpiar con agua limpia!
- Cabello seco y quebradizo: El cloro y otros químicos pueden dañar el cabello, haciéndolo seco y quebradizo. Además favorece la decoloración de los cabellos teñidos.
- Infecciones: Las bacterias y hongos presentes en la piscina pueden causar infecciones en la piel, los ojos y los oídos.
- Alergias: Las personas sensibles al cloro u otros químicos pueden experimentar reacciones alérgicas, como picazón, sarpullido e hinchazón.
¿Cómo ducharse después de la piscina?
Ducharse después de la piscina es un hábito sencillo que solo te tomará unos minutos y que te brindará muchos beneficios. Para hacerlo correctamente, sigue estos pasos:
- Enjuágate con agua limpia lo antes posible. Esto ayudará a eliminar los químicos y la suciedad del cuerpo de forma inmediata.
- Utiliza un jabón suave para limpiar la piel. Evita jabones fuertes que puedan resecar la piel aún más. La piel genera una protección natural de la que ya hemos hablado muchas veces, los jabones agresivos la retiran dejando la piel expuesta y vulnerable.
- Presta atención a las zonas que suelen albergar más químicos y suciedad, como las axilas, la ingle y los pies.
- Lava bien tu cabello con champú y acondicionador. Esto ayudará a reparar el daño causado por el cloro y otros químicos.
- Sécate bien la piel, el cabello ¡y los pies!. La humedad residual puede favorecer la proliferación de bacterias y hongos.
Recomendaciones adicionales
- Aplica crema hidratante después de ducharte. Esto ayudará a mantener la piel hidratada y prevenir la sequedad. Si vas a disfrutar de un rato de sol, aplícate una crema con protección solar que te hidrate y proteja y así disfrutar de todos los beneficios del sol sin riesgos.
- Usa protector solar antes de entrar a la piscina. El cloro puede hacer que la piel sea más sensible al sol, hoy muchas formulaciones son resistentes al agua.
En conclusión, ducharse después de salir de la piscina es una práctica esencial para mantener una buena salud. Es un hábito sencillo que te ayudará a prevenir problemas en la piel, el cabello y los ojos, y a mantenerte sano y cómodo.
¡Recuerda! Disfruta de tus chapuzones en la piscina, pero no olvides ducharte después para proteger tu salud.