La tendencia creciente en cuanto al cuidado de la piel en niñas (y niños) cada vez más jóvenes es un hecho que debe ponernos en alerta. ¿Es malo que niños y adolescentes quieran cuidar su piel? ¡Para nada! Pero siempre con el objetivo de tener una piel saludable como parte del cuidado de nuestra salud general.

Como ya hemos visto en otras publicaciones, se trata de una tendencia al alza, alimentada por la presión social y los cánones de belleza cada vez más exigentes e irreales. Esto no sólo provoca una gran presión en las menores por la búsqueda de esa perfección inalcanzable, sino que provoca muchísima frustración e incluso ansiedad y depresión por no poder conseguir este imposible.

El propio marketing dirigido a un público cada vez menor por parte de empresas y laboratorios de cosméticos que quieren sacar provecho de esta situación, no ayuda en absoluto y agrava este problema.

Cada vez es más frecuente encontrarse dibujos y estampados infantiles en productos cosméticos totalmente innecesarios para los niños, como pueden ser todo tipo de mascarillas faciales.

Todo esto supone un problema en cuanto a la salud de la piel de estos menores, pero también, y más preocupante, un problema de salud mental.

A pesar de no estar catalogada como una patología, ya se está acuñando el término «cosmeticorexia» para hablar de esta nueva moda y obsesión tan nociva para nuestros jóvenes y niños.

¿CUÁLES SON LOS PELIGROS REALES DE ESTA TENDENCIA?

PROBLEMAS DERMATOLÓGICOS:

Por norma general la piel de un adolescente o un niño es más fina y la mayoría de cosméticos han sido testados en pieles adultas. También debemos tener en cuenta que la relación entre la superficie corporal y el peso es mayor que en adultos, con el consiguiente incremento del riesgo de absorción percutánea.

Es por esto que los productos cosméticos con activos potentes o en alta concentración  como alfahidroxiácidos, determinados antioxidantes o retinol pueden provocar daños en estas pieles más finas y sensibles, provocando irritaciones, reacciones alérgicas e incluso quemaduras.

En cuanto a los productos de maquillaje, muchos son oclusivos y pueden empeorar los problemas de acné tan típicos durante la etapa de la adolescencia.

PROBLEMAS DE SALUD MENTAL:

El objetivo de tener una piel perfecta, alimentado por vídeos virales en redes sociales de niñas y adolescentes utilizando un sinfín de productos cosméticos y de maquillaje como parte de una rutina facial diaria, hace que la presión por encajar en este canon de belleza sea excesiva, sobre todo teniendo en cuenta que en la infancia y adolescencia somos más influenciables y todavía no tenemos las herramientas de los adultos para regular nuestras emociones y comportamientos.

Como se persigue un objetivo del todo irreal, es fácil frustrarse por no conseguirlo, lo que puede dar lugar a sentimientos de ansiedad e incluso depresión, dependiendo del caso.

De lo que no hay duda es de que esta tendencia de lucir una piel perfecta merma la autoestima de niñas y adolescentes al no contemplar la posibilidad de tener una piel con imperfecciones: una piel REAL.

¿QUÉ PRODUCTOS DE CUIDADO FACIAL O COSMÉTICOS NECESITAN REALMENTE EN ESTA ETAPA?

En lo tocante al cuidado facial de una piel sana y sin patologías, la rutina dermocosmética debe ser lo más sencilla posible.

Empezando por una limpieza poco agresiva que no altere la barrera cutánea, mañana y noche. El segundo paso consiste en la aplicación de una crema hidratante ligera y no comedogénica, que ayude a mantener un microbioma equilibrado y no obstruya los poros, también mañana y noche. Por último, y en este caso, solo por las mañanas, se debe aplicar un protector solar de amplio espectro.

Es cierto que en el caso de que la piel presente alguna patología debemos utilizar algún activo un poco más “agresivo”, siempre pautado por un especialista.

Refiriéndonos a pieles adolescentes, podemos destacar la incidencia del acné. En caso de presentar esta afección, se recomienda aplicar productos que contengan:

– Ácido salicílico (BHA), antiinflamatorio y queratolítico

– Peróxido de benzoilo, antibacteriano contra Cutibacterium acnés.

– Niacinamida (Vitamina B3), con acción seborreguladora y antiinflamatoria

– Ácido azelaico: antibacteriano y antiinflamatorio.

¿QUÉ ACTIVOS SON DESACONSEJABLES A EDADES TAN TEMPRANAS Y POR QUÉ?

Los activos renovadores como el retinol son totalmente innecesarios antes de los 20 años en una piel sana, ya que pueden ser irritantes y la piel no comienza a ralentizar su velocidad de renovación natural hasta los 25-30 años.

En el caso de ácidos exfoliantes, como los alfahidroxiácidos, son irrelevantes en esta etapa.

Si tienen una piel sana y sin acné, el uso de ácidos exfoliantes puede provocar daños en la barrera cutánea, sequedad e irritación.

Tampoco necesitan antioxidantes más allá de los que naturalmente nos llegan a través de una alimentación variada y saludable; activos como la Vitamina C, en especial a partir de determinadas concentraciones que sabemos que implican un menor pH en su formulación, pueden ser altamente irritantes en estas pieles más sensibles.

Es fundamental que padres, educadores y profesionales sanitarios, como los farmacéuticos, fomentemos una relación sana y equilibrada con los productos cosméticos.

Actualmente, la incidencia de “acné cosmético” ha aumentado con creces. El uso masivo y no pautado de productos por parte de los jóvenes ha llevado a que su piel, lejos de verse mejor, haya contraído patologías como esta. La principal causa es el uso de productos comedogénicos, es decir que tienen la capacidad de obstruir poros.

Otras causas de acné cosmético, son la falta de una correcta higiene de la piel o el empleo de activos irritantes que desencadenan una respuesta inflamatoria de la piel.

Tu farmacéutico te aconsejará sobre cuál es la mejor y más adecuada rutina para el cuidado facial y corporal, derivando al médico cuando sea necesario.

AUTORAS

Nuria Valeiras Pereira, nº col. 2917

Celia Diz Rodríguez, nº col. 3973

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