Cada 13 de enero se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión y hoy, más que nunca, debemos saber qué es y cómo enfrentarla.
Demasiadas veces hablamos de la depresión a la ligera. Para nosotros, desde Enclave, los problemas mentales y emocionales son palabras mayores. La depresión es un problema de salud con una alta prevalencia que puede llegar a ser discapacitante. Afecta aproximadamente a un 4% de la población y de manera más frecuente a mujeres.
Es imposible definir una causa única. Hasta ahora se piensa que la aparición de la depresión se debe a la suma de factores ambientales y biológicos. Lo que sí sabemos es que en el proceso tiene lugar un déficit de neurotransmisores que produce una afectación global a la persona que padece depresión.
Más allá de la tristeza o la apatía
Todos sentimos tristeza o apatía de vez en cuando. Son emociones normales en diferentes momentos de la vida. Incluso podemos pensar que tienen una función positiva en personas perfectamente sanas.
Estar tristes o decaídos no es estar deprimidos, aunque, a veces, nos expresemos de esa manera.
La depresión va más allá. La tristeza y la apatía se vuelven constantes y aparece la incapacidad para experimentar placer, alegría o interés en situaciones que habitualmente producían estos sentimientos. También se producen alteraciones del sueño, dificultar para concentrarse, y, en los casos más extremos, aparece la ideación suicida.
El tratamiento de la depresión debe ser integral.
El abordaje de la depresión debe ser global e incluir, en función del criterio médico, por supuesto, tanto tratamiento psicológico como farmacológico.
Desde el punto de vista de los medicamentos disponemos de distintos tipos de fármacos, que usan diversas estrategias, para tratar la depresión. La elección de uno u otro dependerá de las características de cada paciente. Se trata, una vez más, de una prescripción personalizada, lo que significa que el medicamento que le va bien a una persona puede ser ineficaz en otra o estar totalmente contraindicado.
Aunque la automedicación está totalmente desaconsejada sí que existen algunos complementos alimenticios que pueden ser interesantes en trastornos leves. Puedes investigar algo más en este artículo sobre el triptófano.
El tratamiento es eficaz, pero no es rápido
Antes de avanzar y hablar sobre los posibles efectos adversos hay algo importante que resaltar:
Todos los tratamientos para la depresión tardan unas semanas en hacer efecto.
Y esto nos lleva a uno de los grandes problemas con los que nos encontramos en el tratamiento de la depresión: la falta de adherencia terapéutica. Puedes investigar más en este artículo.
Minimizando los efectos adversos
Los medicamentos para tratar la depresión son seguros, pero pueden presentar algunos efectos secundarios. En la mayoría de los casos no son graves y desaparecen a las pocas semanas. Podemos destacar molestias gastrointestinales, sequedad de boca (y con ella la halitosis), retención urinaria, sudores, hipotensión ortostática (mareos), dificultad para dormir y fotosensibilidad. A continuación, comentamos algunas recomendaciones prácticas que pueden minimizar estos efectos.
- Problemas gastrointestinales: para controlar estos síntomas, puede ser recomendable hacer comidas menos abundantes pero con mayor frecuencia y evitar comidas muy grasas.
- Sequedad de boca: se puede contrarrestar con chicles o caramelos. También existen pastas dentífricas y colutorios bucales específicos para el tratamiento de la boca seca y boca ardiente. Pregunta a tu farmacéutico.
- Hipotensión ortostática: en palabras más sencillas se trata de la aparición de mareos al ponerse de pie. Para evitarlos se recomienda estar perfectamente hidratación y infusiones diuréticas que pueden agravar el problema.
- Fotosensibilidad: es decir, aumenta el riesgo quemadura solar acompañada de picor y enrojecimiento de la piel. Estos problemas se pueden evitar utilizando una buena estrategia de fotoprotección. También se desaconseja el uso de cabinas de fotoprotección.
Ampliando la conversación sobre la depresión
Este Día Mundial de la Lucha contra la Depresión ampliemos la conversación sobre la salud mental y promovamos un mayor entendimiento y apoyo para quienes enfrentan este desafío. Recuerda, siempre consulta con profesionales de la salud para obtener orientación específica y personalizada.