¿Cuánto tiempo lleva tu fotoprotector en casa?
Si la respuesta es “ni me acuerdo” o “ya es uno más en la familia”, esto te interesa, y mucho.

Ahora que se acerca el buen tiempo esta pregunta se hace más importante si cabe, ya que no debemos olvidarnos de protegernos del sol, ya no solo por sus efectos a corto plazo, como las incómodas quemaduras o parecer una gamba, sino también por sus efectos a largo plazo sobre nuestra salud. Uno de los efectos que el sol produce a largo plazo sobre nuestra piel es el fotoenvejecimiento (¿a quién le gusta aparentar 10 años más de los que se tienen?), pero hay otros que traspasan esta parte que puede considerarse meramente estética, como los melanomas o el cáncer de piel.

En España, cada año se diagnostican 78.000 nuevos cánceres de piel, de los cuales unos 73.000 son de tipo no melanoma, con mejor pronóstico, y 4.000 son de tipo melanoma, el más agresivo y con peor pronóstico, aunque por suerte, más infrecuente.

Según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), fuera de los entornos como playa o piscina, las precauciones para evitar el daño por el sol se reducen, y solamente un 42.2% de la población aplica fotoprotector en la cara al realizar actividades cotidianas al aire libre y el 20.4% no utiliza ningún tipo de protección.

Aun así, la concienciación de los peligros de una exposición al sol inadecuada aumenta en la población cada día, y las nuevas generaciones cada vez están más concienciadas e informadas sobre la necesidad de usar fotoprotector a diario.

Muchas veces nos preguntamos si estamos utilizando la cantidad adecuada de fotoprotector, si nos estaremos quedando cortos o si, por el contrario, nos estaremos untando cual tostada, por lo que en este artículo os daré algún que otro truco para saberlo.

En la teoría es muy sencillo, ya que la cantidad necesaria para conseguir el valor de spf que nos indica el fabricante en el envase es de 2mg/cm2 de piel, pero como ya os estoy imaginando echando cálculos de altura, peso, superficie, perímetro, circunferencia y densidad, os diré que esto equivale a unos 30-36 ml de fotoprotector para todo el cuerpo.

Aun así, esta medida sigue sin ser muy práctica, ya que la realidad es que no solemos tener a mano una probeta para medir la cantidad exacta, ni seguimos teniendo muy claro lo más importante, que es cómo repartir ese producto por nuestra piel, por lo que hablaremos de un método más sencillo y mucho más intuitivo para saber cuánto utilizar para cada zona, que es la regla de los dos dedos. Para esta regla, utilizaremos los dedos índice y anular para calcular la cantidad que debemos utilizar en las diferentes zonas del cuerpo que vayamos a exponer al sol, haciendo un reparto de la siguiente forma:

fotoprotección
  • 2 dedos para cara, cuello y orejas (¡no nos olvidemos de ellas!)
  • 2 dedos para cada brazo
  • 2 dedos para cada pierna
fotoproteccion
  • 4 dedos para el torso
  • 4 dedos para la espalda
De todas formas, por encima de cualquier regla, ante la duda, prioricemos otra: más vale que sobre que que falte, y si no estamos seguros de si la cantidad aplicada en alguna zona sea la suficiente, vamos a ser un poco generosos con nuestra piel y aplicar un poco más.

Y ahora, alguno de vosotros estará pensando, si mi fotoprotector es en spray, ¿como voy a medir la cantidad con la regla de los dos dedos?. Si, toda la razón del mundo, aquí ya no es tan sencillo saber qué cantidad nos estamos aplicando, por lo que primará la regla de las reglas: ser generoso. En el caso de los spray nos lo aplicaremos sobre la piel a no más de 10 cm de distancia y lo extenderemos, asegurándonos de que hay una capa uniforme por toda la superficie expuesta.

Otra cosa muy a tener en cuenta, sobre todo cuando nos referimos a productos faciales, es la gran cantidad de formatos que podemos encontrarnos, algunos tan interesantes como las brumas, ya que nos ofrecen la posibilidad de reaplicar el fotoprotector de una forma muy rápida y cómoda, o los que incorporan color, que nos ayudan a conseguir ese efecto de buena cara sin necesidad de maquillaje.

En el caso de fotoprotectores con color, no es tan sencillo utilizar la cantidad necesaria y a la vez conseguir un buen aspecto, ya que en muchas ocasiones el resultado puede ser muy artificial, con un color que no se adapte a nosotros o sintiéndonos como si llevaramos puesta una careta. Si leyendo esto te sientes identificado, un truco muy útil puede ser utilizar, por una parte, la cantidad de producto con color para que se adapte a nosotros y nos sintamos cómodos, y por otro lado completar la cantidad necesaria para el rostro, los dos dedos, con un producto sin color, consiguiendo un buen aspecto sin dejar de estar correctamente protegidos.

Aunque si hay algo que debemos tener claro, es que no por ponernos encima medio kilo de crema cada vez que nos exponemos al sol, vamos a ampliar el tiempo por el que vamos a estar fotoprotegidos, ya que debemos reponer la crema solar cada 2 horas, cada 40 minutos si vamos a realizar actividades donde sudemos o si vamos a nadar, o cada vez que nos sequemos con una toalla.

Por lo tanto, vuelvo a haceros la pregunta que nos trajo a este punto, ¿cuánto tiempo lleva tu fotoprotector en casa?

AUTORA

Sara Alonso Pazo

Farmacéutica comunitaria

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