La menopausia es un proceso fisiológico y natural y así es como debemos asumirlo. Todas las mujeres vamos a pasar por él y es importante que estemos preparadas para saber qué hacer en el caso de aparezcan episodios molestos.

No se trata de una enfermedad que haya que tratar, debemos dejar atrás esos conceptos negativos. Afortunadamente este es un tema cada vez menos tabú.

Menopausia y climaterio

Según la Organización Mundial de la Salud la menopausia es el cese permanente de la menstruación sin que haya una patología que lo justifique. La fecha concreta se establece de forma retrospectiva trascurridos 12 meses desde la última regla. Ocurre generalmente entre los 45 y los 55 años.

La palabra climaterio tiene su origen en la palabra griega climater, que significa “peldaño” o “escalón”. El climaterio es un periodo de transición que puede durar entre 2 y 8 años, en el que el cuerpo de la mujer se “aclimata” desde la etapa reproductiva a una nueva etapa no reproductiva.

¿Por qué ocurre esto?

La desaparición de la regla viene dada por el cese de la función ovárica y la disminución de la producción de las hormonas sexuales femeninas: los estrógenos y progestágenos. Las manifestaciones clínicas principales de la menopausia tienen lugar  por esta disminución de las hormonas sexuales femeninas.

Los estrógenos en particular, son muy importantes en el buen estado de salud de los órganos genitales femeninos, de los huesos, del sistema cardiovascular, de la piel y del sistema nervioso central y, por todo esto, en su ausencia se pueden producir diferentes síntomas.

Síntomas y problemas de salud más frecuentes

Los bajos niveles de estrógenos tienen efectos a corto, medio y largo plazo.

Manifestaciones a corto plazo:

  • Síntomas vasomotores: sofocos, sudoración excesiva, palpitaciones y dolor de cabeza.
  • Síntomas psicológicos: la irritabilidad, pérdida de memoria, ataques de ansiedad, y bajo estado de ánimo, astenia, insomnio y disminución del deseo sexual.

Manifestaciones a medio plazo:

  • Síntomas urinarios: Aumento del número de micciones, tanto durante el día como por la noche; incontinencia urinaria y aumento del riesgo de infecciones de orina.
  • Alteraciones vulvovaginales: Son muy frecuentes e incluyen la sequedad vaginal y la vaginitis.
  • Alteraciones en la vida sexual: Derivadas de la escasa lubricación vaginal durante la excitación y la menor elasticidad de las paredes vaginales pueden influir dificultando o impidiendo la capacidad de respuesta al estímulo sexual. Son comunes los siguientes problemas:
    • Vaginismo: En el que se producen contracciones musculares al nivel del tercio externo de la vagina, lo que no favorece una penetración normal.
    • Dispareunia: Dolor genital constante y recurrente durante el sexo.
    • Incapacidad orgásmica: pese a excitación sexual no se produce el orgasmo
    • Ausencia de apetito sexual: la libido y las fantasías sexuales desaparecen o se ven disminuidas.
  • Alteraciones en la piel, las uñas y el cabello. La piel se vuelve más seca y menos elástica aumentando la aparición de arrugas y las uñas y el cabello  se vuelven más frágiles.

Manifestaciones a largo plazo:

Los efectos a largo plazo son los más graves y, además, en muchas ocasiones son silentes, no se perciben, y eso los hace doblemente peligrosos.

  • Aumento del riesgo cardiovascular: la disminución de la secreción de estrógenos conlleva un aumento de las enfermedades cardiovasculares, alteraciones en el perfil lipídico y un aumento de accidentes cerebrovasculares, sobre todo ictus.
  • Aumento en el riesgo de padecer osteoporosis: Se produce una pérdida importante de la masa ósea que junto con la alteración de la microarquitectura del tejido óseo, aumentan la posibilidad de fracturas.

Reflexiones finales

Como ves, el climaterio es una etapa que puede ser complicada y en muchos casos puede necesitar tratamiento. Es importante, si los síntomas son limitantes o resultan muy molestos, acudir al médico para que valore la situación. La elección del tratamiento dependerá de los síntomas, de los signos y de su intensidad.

AUTORA

Adriana Montoto Fernández

Farmacéutica Comunitaria

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