El cornezuelo del centeno o ‘Claviceps purpurea’ es un hongo parásito de plantas gramíneas.
En primavera, las flores del centeno ya están abiertas, y por acción del viento las ascosporas del Claviceps purpurea van a llegar a algunas de las flores del centeno infectándolas.
Más tarde, se empieza a desarrollar el micelio del hongo a la vez que el grano de centeno. Al llegar el verano, este micelio se empieza a endurecer transformándose en el esclerocio, una estructura resistente y dura. A este esclerocio se le llama cornezuelo y es de color negro púrpura. Al molerlo junto al grano de centeno, la harina queda infectada y el pan se contamina con los alcaloides tóxicos que contiene. Esta contaminación hace que la persona que coma el pan tenga ergotismo:
- Ergotismo convulsivo: cursa con delirios, alucinaciones y espasmos musculares.
- Ergotismo gangrenoso: cursa con escalofríos en los miembros, seguidos de sensación de quemazón.
A lo largo de la historia se le conoce con varios nombres, ignis sacer, fuego sagrado, fuego de S. Antonio, …
De hecho, este hongo tuvo que ver en ciertos episodios de brujería en la Edad Media, las brujas de Salem (Estados Unidos) en el S. XVII y alucinaciones de campesinos en Europa en el S. XIX y también en el S. XX.
El Claviceps purpurea contiene numerosos alcaloides con acción farmacológica, algunos de ellos son:
- Ergotamina: uterotónico (estimulador de las contracciones uterinas) que favorece el parto y antimigrañoso (para tratar las migrañas).
- Ergometrina: uterotónico.
- Dihidroergotamina: disminuye la presión arterial.
Debido a esta acción farmacológica, durante mucho tiempo las comadronas y los médicos han utilizado el extracto del cornezuelo para acelerar el parto o provocar abortos.
Pero no fue hasta el año 1846, cuando la ergotamina fue aislada por primera vez por el francés Bonjean. Casi un siglo después, la ergometrina fue también aislada por los ingleses Dudley y Moir en 1935.
En 1943 A. Hofmann sintetiza el LSD-25 descubriendo la actividad psicoactiva de dicha sustancia, siendo posteriormente en los años 50, cuando la farmacéutica suiza Sandoz empezó a distribuirlo de modo experimental a los médicos para su uso en psiquiatría clínica y en la investigación del cerebro. Pero, a finales de los años 60 al conocerse su empleo y abuso como estupefaciente, Sandoz dejó de fabricar el Delysid como producto farmacéutico y posteriormente, la sustancia se ilegalizó.
Hoy en día, los derivados de alcaloides del cornezuelo son utilizados para el tratamiento de varias enfermedades: la migraña (metisergida), la enfermedad de Parkinson (bromocriptina) y la galactorrea (bromocriptina).
El dentón en Galicia
En Galicia, ya que el clima favorecía la aparición de este hongo (caruncho, dentón, cornello, cornecho se conocía aquí) y además, era de buena calidad, los laboratorios gallegos como el Instituto Bioquímico Miguel Servet de Vigo en 1939, donde estaba el químico Fernando Calvet Prats, aisló estos alcaloides y registró el medicamento Pan:ergot, que contenía una solución de alcaloides totales.
En 1941 los Laboratorios Zeltia S.A. de Porriño, donde también recabó Fernando Calvet, solicitaron una patente para la fabricación de ergometrina (alcaloide del cornezuelo del centeno, Claviceps purpurea Tul) de invención propia. Aunque aislada por primera vez en 1935, se consiguió extraer y aislar con un método mejorado.
Fabricaron derivados de alcaloide del cornezuelo del centeno hasta bien entrado los años 50’: Ergometrina Zeltia, Purpuripan, Letargan, Ergotisol.
En esta época serán muy importantes las plantaciones de centeno por toda Galicia para producir el cornezuelo de forma industrial. Mucho de este cornezuelo es enviado a Estados Unidos, convirtiéndose en un ingreso de dinero muy importante para los campesinos (en los años 50 el kilo del cornezuelo estaba a 1000 pesetas de la época) y, sobre todo, para el gobierno español. Además, existió mucho comercio clandestino en estos años como podemos ver en varias noticias de varios periódicos gallegos.
En 2021 la productora Illa Bufarda presentó el documental ‘Negro Púrpura’ que habla sobre el cultivo del Claviceps purpurea en Galicia, haciéndonos un amplio recorrido por varios pueblos donde hubo grandes cultivos de este hongo.
Fuentes: El cornezuelo del centeno. Carlos Illana-Esteban. Boletín de la Sociedad Micológica de Madrid, 2008, v. 32, p. 293-306.
Fotos: elaboración propia, El Progreso, La Región, La Noche.
AUTOR
Luis Serantes García
Farmacéutico Adjunto, GAT de Sociedad GRAP, Grupo Respiratorio y Tabaquismo de SEFAC, Grupo Berbés de Investigación y Docencia
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