Muchas veces, una de las consultas más frecuentes que nos encontramos en el mostrador de la farmacia, son relacionadas con problemas de varices, arañas vasculares, pesadez de piernas…

Debemos de tener en cuenta, que como profesionales farmacéuticos tenemos que recabar mucha información de lo que nos cuenta un paciente y mantener un proceso de escucha activa muy importante para obtener todos los datos que nos lleven al mejor consejo personalizado.

Cuando un paciente llega quejándose de un problema de piernas, lo primero que vamos a hacer es preguntar:

  • ¿Desde cuándo ha comenzado la sintomatología?
  • ¿Qué síntomas tiene?
  • ¿Qué medicación está tomando?
  • ¿Utiliza algo para la problemática que describe y desde cuándo?

Pero… ¿Qué es lo primero que debemos saber?

Hay mucha gente en la población (aproximadamente un 30% de la misma) con problemas de insuficiencia venosa porque el retorno venoso no se está realizando de la manera adecuada.

Esto se puede deber a diversos factores como pueden ser: 

  • Edad: con el paso del tiempo, el revestimiento elástico que tienen las venas, empieza a dilatarse de manera que el retorno ya no se produce de la misma forma.
  • Factores genéticos: es una de las patologías con mayor predominio hereditario.
  • Alteraciones hormonales: por ello tiene un mayor predominio en la mujer. Embarazo, uso de anticonceptivos por vía oral… todo esto puede aumentar a permeabilidad venosa y su consecuente dilatación.
  • Sobrepeso: debemos llevar una dieta saludable y un estilo de vida adecuado. Es uno de los factores que también influyen en nuestro retorno venoso, por ello es muy importante transmitir la importancia de un estilo de vida saludable con dieta y ejercicio para poder prevenir patologías como la que estamos tratando hoy.
  • Calor: es un elemento que influye en los problemas de circulación venosa. Provoca una mayor dilatación y en consecuencia una mayor sensación de pesadez de piernas y cansancio. 
  • Trabajo: es igual de perjudicial para nuestras piernas pasar muchas horas de pie o muchas horas sentado. Debemos cada 45 minutos mover nuestras piernas, pasear y ejercitarlas para que el retorno venoso se produzca de manera adecuada.

¿Y qué síntomas puede producir?

Debemos de tener en cuenta, que es un problema que no desaparece con el paso del tiempo, por ello es importante tratar y prevenir cuanto antes.

  • Dolor, hormigueo, cansancio y pesadez… son los síntomas más habituales que nos llegan al mostrador de la farmacia y con los que ya se nos despiertan los sentidos para poder empezar a hacer una buena indicación farmacéutica para empezar a mejorar los primeros síntomas y hacer prevención.
  • Hinchazón de piernas y tobillos. Notamos como una retención de líquidos en la zona baja de la pierna e incluso en algunos casos un poco de edema en el tobillo, lo que nos indica que el retorno de la sangre, no se está haciendo de la manera correcta.
  • Calambres nocturnos. Esas piernas inquietas que en algunos casos no nos permiten dormir, descansar ni tener un sueño de calidad. Es algo muy importante, ayudar a los pacientes a calmar esta sensación de piernas inquietas ya que no sólo mejoramos su circulación sino que les ayudamos a mejorar el descanso y esa calidad del sueño que tanto necesitan.
  • Calor, enrojecimiento y picor en la piel.
  • Arañas vasculares: esas primeras dilataciones de las venas que son visibles al ojo. Son los primero indicativos de que debemos empezar a cuidarnos y a hacer prevención.
  • Varices: son dilataciones alargadas de las venas que se producen cuando ya el proceso de insuficiencia venosa ya lleva un tiempo.
  • Signos dérmicos: dermatitis, eccemas, hiperpigmentaciones… son alteraciones visibles en la piel y que nos dejan ver alteraciones de las mismas.

Pero llega el momento importante… ¿Qué puedo hacer para prevenir y tratar mi patología?

  1. Estilo de vida saludable: realiza una correcta alimentación basada en la pirámide nutricional y en el estilo de vida mediterráneo. Realiza actividad física a diario, camina, realiza deporte,…
  2. Uso de terapia compresiva: muchas veces nos olvidamos de la importancia del uso de las medias de compresión. Hoy en día, los tejidos y el tipo de terapia compresiva ha evolucionado mucho. En función de la valoración que se realice del estado del retorno venoso, se usará una media de compresión ligera, media o fuerte. Pero nunca olvides, que la terapia compresiva es de uso diario y todo el año, y es que no solo hay medias sino que hay calcetines, media corta, larga o panty,… el abanico de colores también ha evolucionado y puedes cuidarte desde el paso más básico que es ejerciendo una ligera compresión en la piernas, para que ese retorno venoso se produzca de manera adecuada.
  3. Tratamiento farmacológico: dentro del tratamiento de la IVC (insuficiencia venosa crónica) podemos utilizar productos de indicación farmacéutica que nos ayuden a fortalecer la pared venosa y mejorar nuestro retorno venoso y nuestros capilares. Son productos que en su composición contienen: extracto de arándano, espina, pycnogenol, quecertina, rutósidos, oxerutinas. Además, también disponemos de cremas y geles que podemos aplicar masajeando siempre en sentido ascendente, desde el tobillo hacia arriba para ayudar a mejorar ese retorno venoso. Dentro de los aceites esenciales, el ciprés, la siempreviva amarilla… son aceites que nos ayudan a mejorar nuestro sistema circulatorio y a potenciar tratamientos que estamos utilizando. En algunos casos, también podemos usar suplementos de magnesio, Coenzima Q10,… casos en los que además de un problema circulatorio, hay también asociado un problema muscular, hay pacientes usando estatinas (medicación para bajar los niveles de colesterol) que como efecto adverso pueden producir calambres y malestar en las piernas y esto se debe, entre otros factores a la falta de ese cofactor enzimático que es la coenzima Q10…
  4. Cirugía. En algunos casos, acudiremos al cirujano para poder elegir el tratamiento más adecuado a las necesidades de cada uno de nosotros.

En cuanto a las medias, sí que no quiero pasar por alto unos tips que te pueden ayudar a usarlas de una manera más cómoda:

  • Colócalas a primera hora de la mañana. Preferiblemente, sin cremas en las piernas.
  • Pon la media del revés. Sí, como lo oyes, dale la vuelta y deja las costuras de la media que hayas elegido hacia fuera.
  • Introduce la puntera de la media un poco hacia dentro, de manera que te quede una “hendidura” dónde vas a introducir los dedos y dar el primer tirón en el pie para poder colocarla.
  • Una vez que has llegado hasta el empeine, esto es coser y cantar, ya que sólo se trata de ir tirando y deslizando la media por la pierna sin que queden arrugas en ningún sitio.
  • Acuérdate que cuando la saques por la noche, lo ideal es lavarla a mano con un detergente neutro. Si va a la lavadora, en agua fría pero entiende que le dañarás más el tejido compresivo.
  • Renueva cada 6 meses tus medias, ya que la compresión va cediendo y sigue siempre las indicaciones del fabricante para su correcta utilización y uso.

Sé que hasta aquí os he hablado de muchas cosas que igual ya conocíais pero no quiero acabar mi artículo, sin hablaros un poco del servicio de indicación farmacéutica.

Cuando un paciente nos llega a la farmacia con un problema de insuficiencia venosa, no solo nos aseguraremos de qué conoce y sabe usar su medicación, iremos más allá porque el tratamiento que hacemos en la oficina de farmacia debe ser integral e ir a la causa y a ayudar a nuestros pacientes. Debemos ayudar en el cuidado integral del paciente ayudando no sólo en un problema sino también desde la prevención adoptando medidas necesarias para llevar un estilo de vida adecuado.

AUTOR

Francisco Javier Dieguez Couso

Farmacéutico

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