Es probable que en alguna ocasión tu médico te haya recetado una fórmula magistral o, lo que es lo mismo, un medicamento elaborado por un farmacéutico única y exclusivamente para ti. Pero ¿Por qué?

La formulación magistral ha formado parte de la profesión farmacéutica desde sus orígenes y sigue siendo servicio que ofrecemos en todas farmacias hoy en día.  La formulación magistral maximiza el acceso al medicamento seguro y eficaz para todas las personas incluso cuando la industria no es capaz de cubrir necesidades específicas. La formulación magistral “da juego” y queremos explicarte porqué.

Qué es una fórmula magistral

Una fórmula magistral es un medicamento preparado por un farmacéutico o bajo su supervisión para un paciente en concreto. Se elabora en base a una prescripción médica en la cual se detallan los principios activos y el vehículo que mejor se adapta a la preparación y siempre siguiendo las pautas de elaboración estandarizadas en la Real Farmacopea Española y el Formulario Nacional. Dos libros oficiales que están en todas las farmacias.

De esta definición es muy importante recalcar la palabra “medicamento”, ya que, como tal, cumple con los mismos criterios de calidad, seguridad y eficacia que cualquier otro medicamento fabricado a escala industrial.

La formulación magistral es la representación más fiel que tenemos actualmente del origen de nuestra profesión y, aún hoy en día, sigue siendo indispensable en nuestro sistema sanitario.

Las farmacias formuladoras

Las farmacias cuentan con laboratorios de formulación dentro de sus instalaciones. Son lugares preparados para garantizar la calidad de los preparados. Existen diferentes niveles de formulación, desde el más sencillo, que permite elaborar preparados para aplicación sobre la piel, hasta los más altos, que permiten elaborar medicamentos inyectables.

De todas formas, todas las farmacias en España pueden ofrecer este servicio a sus pacientes, ya que, si una farmacia no tiene el nivel suficiente para hacer una fórmula en concreto, puede solicitarla a una farmacia cercana que esté legalmente constituida para fabricar fórmulas magistrales a terceros. Así se asegura que todos los pacientes tengan acceso a todos los medicamentos.

LOS BENEFICIOS DE LA FÓRMULA MAGISTRAL vs. LA FÓRMULA INDUSTRIAL

La formulación industrial supuso un gran avance en la disciplina farmacéutica. Sin embargo, toda estandarización conlleva el riesgo de no abarcar o no atender a las condiciones específicas de algunos pacientes.

La formulación magistral, en cambio, tiene en cuenta todas estas necesidades terapéuticas individuales, como pueden ser alergias, intolerancias o patologías previas.

La formulación magistral cubre algunos vacíos terapéuticos que la formulación industrial no es capaz de satisfacer como:

  • El tratamiento de enfermedades poco frecuentes. Cuyos medicamentos no es posible fabricar de forma industrial porque se necesitan muy pocas dosis.
  • La formulación con principios activos con una caducidad muy corta. Algunas fórmulas magistrales preparadas en las farmacias tienen una caducidad inferior a 8 días lo que hace inviable su formulación industrial a gran escala.
  • La elaboración de medicamentos en caso de desabastecimiento temporal de algún preparado comercial.
  • Necesidades especiales de algún paciente. Cuando existe algún tipo de alergia o intolerancia a algún excipiente y no existe una alternativa terapéutica industrial.

USO DE LA FÓRMULA MAGISTRAL EN FARMACIA

Aunque la fórmula magistral es accesible para cualquier persona que, bajo prescripción médica, la solicite de acuerdo a sus necesidades terapéuticas, hay grupos poblaciones que la requieren con mayor frecuencia.

Te contamos cuáles son estos casos en los que la fórmula magistral cobra un papel decisivo:

Pediatría

Quizá no te hayas parado a pensarlo, pero la gran mayoría de medicamentos están diseñados para personas adultas, principalmente en la forma de administración (comprimidos sólidos y duros).

Desde las farmacias alertamos del peligro de intentar “adaptar” uno mismo el medicamento para administrárselo a un niño, por ejemplo, triturando la pastilla, ya que pueden alterar la dosis y llevar a una infra o sobredosis.

La solución está en el farmacéutico formulista, que prepara un medicamento en forma líquida y ajustado a las necesidades del paciente pediátrico.

Personas con problemas de deglución

Además de los niños, una parte de la población adulta tiene dificultades a la hora de tragar.

Estas dificultades pueden ser naturales o estar causadas por una patología o por un tratamiento (como los cuidados paliativos o la quimioterapia). En estos casos el acceso a una fórmula líquida e individualizada es igualmente imprescindible.

Dermatología

La dermatología es la otra especialidad sanitaria en la que la fórmula magistral resulta esencial.

De este modo, se mejora la eficacia en aquellos casos en los que la fórmula original no lograba el efecto deseado:

  • Reacciones alérgicas (o cualquier otro efecto secundario) causadas por excipientes o por la vía de administración del medicamento industrial.
  • Mejora de la absorción del medicamento: en ocasiones la sustancia que transporta el principio activo para que haga efecto no es la adecuada, por lo que debe ser modificada para que la absorción sea completa.
  • Modificación de la dosis del principio activo, adaptándola a las necesidades del paciente en caso de que la dosis de la forma original sea inferior o superior a la prescrita por el especialista.

La formulación magistral es, como ya hemos dicho, un servicio imprescindible que asegura un acceso seguro, eficaz y democrático al medicamento. La historia de nuestra profesión está íntimamente ligada a la formulación magistral. Esperamos que, con este artículo, hayas conocido mejor ambas.