Abejas y avispas son insectos de la familia de los himenópteros. De ahí sus similitudes, pero, en realidad, son bastante diferentes.

Las abejas se alimentan del néctar y polen que recogen de las flores. Su cuerpo está cubierto de pelillos. Las avispas, en cambio, son carnívoras, y por eso se sienten atraídas por nuestra comida cuando estamos de picnic. La forma de alimentarse determina muchas de sus características. Para lo que nos interesa en este artículo que son las picaduras conviene saber qué:

  • Las avispas están anatómicamente preparadas para picar siempre que sea necesario. Tienen un aguijón liso que pueden usar muchas veces.
  • Las abejas tienen un aguijón aserrado. Una vez que pican, si lo hacen a una persona o a un animal con una piel un poco gruesa, no pueden recoger el aguijón que queda clavado. Para salir volando la abeja se desgarra y deja atrás su sistema digestivo completo, con lo que está condenada a morir en poco tiempo.

Esto hace que las avispas sean mucho más agresivas que las abejas.

En cuanto a la picadura, al veneno y como debemos actuar, no hay gran diferencia entre unas y otras.

¿Cómo se produce la picadura? 

Tanto abejas como avispas clavan su aguijón e inyectan veneno cuando se sienten atacadas. Ninguna de las dos pica con intención de “cazar” alimento. 

¿Cuáles son los síntomas de una picadura de abeja o avispa? 

En el momento de la picadura se produce un fuerte dolor punzante. En muchos casos la persona sabe perfectamente que le ha picado una avispa o abeja. En el lugar de la picadura habrá una inflamación local que cursa con dolor, picor, enrojecimiento e hinchazón.

Aunque el dolor suele ceder en poco tiempo, el picor, la hinchazón y el enrojecimiento puede persistir durante varios días.

Las picaduras de avispas y abejas no suelen revisten gravedad, con la excepción de las personas alérgicas, en este caso una sola picadura puede disparar un shock anafiláctico con consecuencias fatales. 

¿Cómo se trata una picadura de abeja o avispa? 

Más importante que si es una abeja o una avispa, la forma de actuar vendrá determinada por las características de la persona.

En el caso de una persona no alérgica sigue estos pasos:

  • Revisa la zona para ver si hay aguijón. Si lo hay, retíralo con cuidado. El aguijón de las abejas contiene el saco con el veneno, si lo comprimes liberará más cantidad y la picadura será peor. Así que actúa con prudencia.
  • Limpia la zona con agua y jabón. Así evitaremos infecciones.
  • Desinfecta la herida con un antiséptico local.
  • Aplica un antihistamínico local para reducir los síntomas de la inflamación: dolor, calor, hinchazón, enrojecimiento y picor.
  • Aplica frio para bajar el dolor y la inflamación. No apliques hielo directamente sobre la piel.
  • En algunos casos puede ser aconsejable administrar un antihistamínico oral, especialmente cuando la inflamación es grande o hay varias picaduras.

Si es una persona alérgica:

  • Ve a tu centro de salud más cercano. Si eres alérgico debe verte un profesional sanitario.
  • Revisa la zona para ver si hay aguijón y retíralo con cuidado.
  • Mantente muy atento. En muchas ocasiones una picadura de una sola avispa puede no revistar gravedad, pero esto dependerá de la cantidad de veneno inoculado y, sobre todo, de características propias de la persona alérgica. En algunos casos puede ser necesario inyectar adrenalina. Normalmente las personas alérgicas están perfectamente formadas para actuar en caso de picadura. Los síntomas de alarma son:
    • Picor generalizado
    • Tos o afonía
    • Dificultad para tragar y sensación de cuerpo extraño en la garganta
    • Dificultad para respirar
    • Mareos que pueden llegar a la pérdida de conocimiento.

Sobre la aplicación de amoníaco. Todos conocemos los lápices de amoníaco para las picaduras. Su mecanismo de acción es deshacer el veneno.

Por eso son eficaces cuando la picadura es muy reciente (pocos minutos) pero no tienen sentido cuando el veneno ya ha hecho efecto.

En caso de una persona alérgica, los lápices de amoníaco no son tratamiento suficiente.

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