Estamos en Diciembre y aunque tiene 31 días siempre parece un mes muy corto. Nos encontramos en un mes donde nuestros compromisos se multiplican. Tenemos comidas y cenas de empresa, con ex compañeros de trabajo o universidad, con amigos y con familiares.
En cualquier caso, a todos nos gusta estar radiantes en estas fiestas y para conseguirlo podemos recurrir a las famosas ampollas de belleza efecto flash, tensoras inmediatas y de luminosidad. Pero surgen muchas dudas alrededor de su uso y finalidad.
Lo primero que tenemos que saber es ¿qué es un ampolla?
Las primeras ampollas surgieron para administrar medicamentos inyectables, más tarde se empezaron a usar como sistema monodosis en diferentes tratamientos capilares y hoy en día se usan en productos de belleza.
Vienen en envases de cristal ya que así conseguimos que el producto preserve sus propiedades hasta el momento de aplicación.
El hecho de que un producto se encuentre en formato ampolla y en tipo serum, se debe a que la concentración de activos en este formato tipo ampolla es más alta y pueden ser activos que en otro formato no serían estables y además, no llevan conservantes en su formulación.
¿Qué tipo de ampollas de belleza existen?
Cada fórmula ofrece un beneficio, por ejemplo la alta concentración de algunos activos como la Vitamina C o proteoglicanos hace que se pueda describir como flash por su acción hidratante e iluminadora instantánea.
Es un tratamiento que podemos incluir en nuestra rutina de belleza a diario y no solo en época de fiestas.
¿Son todas efecto flash?
Además de las ampollas flash, existen ampollas para adecuar nuestras rutinas de cuidado de la piel a las necesidades que tengamos en cada momento. Podemos encontrar:
- Ampollas con Vitamina C y proteoglicanos, con el fin de hidratar y proteger la piel frente a agentes externos. Dentro de esta podemos encontrarlas para pieles grasas, pieles normales o pieles secas.
- Ampollas con activos antioxidantes, puede ser que solo lleven en su composición Vitamina C, u otros antioxidantes como puede ser la Melatonina su objetivo es contrarrestar la acción oxidante del medio que nos rodea como la contaminación, radiación solar…
- Con activos como los Alfahidroxiácidos, para mejorar la textura de la piel, granitos, pequeñas manchitas o marquitas superficiales… Éstas se usarán exclusivamente por la noche.
- Ampollas con activos tensores, para trabajar la flacidez en las pieles más maduras.
- Ampollas con Ácido Hialurónico, para trabajar fundamentalmente la hidratación y minimizar las arruguitas, ya que suelen llevar Ác. Hialurónico de bajo y alto peso molecular.
¿En qué consiste el “efecto flash”?
Los activos que llevan estas ampollas, tipo flash, generan una capa a nivel superficial sobre la piel del rostro favoreciendo un efecto tensor en la piel (botox-like) y aportan hidratación inmediata como consecuencia veremos que se unifica el aspecto de la piel de la cara, cuello y escote atenuando y alisando las líneas de expresión.
La duración de este efecto glow suele estar entre un mínimo de 8 horas y un máximo de 12 horas.
Consejos para una correcta aplicación correcta de las ampollas flash
Lo primero que tenemos que saber es que la piel tiene que estar totalmente limpia y seca. Y será nuestro primer paso, después de la limpieza ya sea en la rutina de mañana o de noche.
Abriremos la ampolla después de agitarla con suavidad y depositaremos la mitad del producto en la palma de la mano para después aplicarla uniformemente sobre el rostro, evitando el contorno de ojos. Aplícalo sobre la cara realizando ligeros movimientos ascendentes como si te estuvieras realizando un masaje.
No te olvides de aplicarla en el cuello y el escote.
Un vez el producto es absorbido correctamente podremos aplicar el resto de la rutina: contorno de ojos, crema hidratante, protector solar y maquillaje.
No te olvides de guardar el contenido sobrante de la ampolla, se conserva perfectamente hasta 48 horas después de haberla abierto, por lo que podrás utilizarla en una nueva aplicación.
Errores más comunes en la aplicación de las ampollas
- No realizar una rutina de limpieza antes de su aplicación.
- Aplicarla en mal orden, justo después de la crema hidratante o antes del maquillaje.
- Aplicarla el contenido de la ampolla en el contorno de ojos.
- Realizar un masaje demasiado agresivo puede hacer que aparezcan pelotillas o papelitos sobre la piel por alteración de los principios activos.
- No usar la ampolla abierta dentro del plazo que establece el fabricante, y por lo tanto el producto se oxida y pierde propiedades gradualmente.
- Olvidarnos de su aplicación en cuello y escote.
- No guardarla en lugar adecuado, se recomienda que no le dé la luz para evitar su pronta oxidación una vez se abra el envase.
Después de conocer todas estas curiosidades, solo me queda recomendaros elegir las ampollas más adecuadas a vuestra piel, ya sean flash o de otro tipo.
Debemos hacer una reflexión y pensar qué es lo que queremos conseguir, qué le falta a nuestra rutina y qué necesidades tiene nuestra piel en ese momento.
AUTORA
Miriam Pérez
COMISIÓN DERMOFARMACIA COFPO.
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