El número de interrupciones voluntarias del embarazo disminuye año a año. En 2020 se produjeron 30.342 menos que en 2011.

Según los datos oficiales, en el año 2011 se produjeron 118.611 interrupciones voluntarias, frente a las 88.269 practicadas en 2020. Con estos números, la tasa cada 1.000 mujeres de entre 15 y 44 años pasa del 12,47 en 2011 a 10,33 en 2020.

Conocer los diferentes métodos anticonceptivos es una variable clave en el descenso de esta cifra. En esta serie de dos artículos hablaremos de los métodos anticonceptivos más habituales y concretamente en este primer capítulo, sobre los métodos anticonceptivos de barrera.

¿QUÉ FACTORES DEBEMOS TENER EN CUENTA?

Elegir el método anticonceptivo ideal es un proceso que debe ser personal y meditado. Depende, principalmente, de dos factores:

  • Las características del propio método. Su grado de eficacia y seguridad. Recuerda que su efectividad depende de su correcta utilización.
  • Las características de las personas. La frecuencia con la que se mantienen relaciones, el hecho de tener varias parejas, la edad, antecedentes patológicos o incluso los hábitos que mantenemos, como por ejemplo, el tabaco son condicionantes para decantarnos por un método anticonceptivo u otro.

La Sociedad Española de Contracepción publica cada dos años la Encuesta nacional sobre anticoncepción, para mostrar los hábitos de la población femenina en el uso de métodos anticonceptivos. La última encuesta publicada es del 2020 y en ella el 70,7% reconoció utilizar algún método anticonceptivo, lo cual quiere decir que el 29,3% de las mujeres encuestadas no usa ningún método. Ten en cuenta que este 29,3% incluyen mujeres en edad fértil que no mantienen relaciones sexuales y aquellas que están embarazadas o lo están buscando. 

En este artículo nos centraremos en los métodos de barrera, y en unos días publicaremos un segundo artículo sobre los métodos hormonales.

ANTICONCEPTIVOS DE BARRERA

El nombre es bastante explicativo. El mecanismo de acción es evitar el contacto entre los espermatozoides y el óvulo a través de barreras físicas o químicas.

1. PRESERVATIVO MASCULINO

El preservativo es el método más utilizado entre las mujeres españolas. Un 31,3% de las mujeres aseguró emplearlo.

El preservativo masculino tiene una eficacia de entre el 85 y el 98%, pero es muy importante que lo utilicemos correctamente. Solo se puede emplear una vez y debe colocarse antes de cualquier contacto con la pareja. Tenemos que evitar llevarlo en lugares como la cartera o en la guantera del coche durante mucho tiempo, ya que factores como el roce, la presión o la temperatura pueden hacer que se deteriore. Al terminar su uso, siempre debemos retirarlo con cuidado y comprobar que no se ha roto.

2. PRESERVATIVO FEMENINO

Por su parte, el preservativo femenino baja un poco su efectividad: está entre el 79 y el 95%. Se trata de una funda transparente con forma cilíndrica en la que el anillo que se introduce en la vagina es más pequeño que el que permanece en el exterior. Podemos ponerlo hasta 8 horas antes de mantener la relación y, al igual que el masculino, es de un solo uso.
Además, hay algo que debemos tener muy en cuenta con este método: es el único que, usado correctamente, nos protege frente al VIH y otras enfermedades de transmisión sexual.

3. CREMA ESPERMICIDA

En su momento se usó en combinación con otros métodos, pero hoy en día está en desuso. De hecho, ahora mismo no existen presentaciones comercializadas por los principales laboratorios. El mecanismo de acción es sencillo. Se trata de una crema que daña los espermatozoides para que no sean capaces de llegar al óvulo, pero su efectividad usada sola es baja y siempre se planteó como un método complementario. Un detalle importante es que no protege frente a la transmisión de enfermedades de transmisión sexual.

4. DIAFRAGMA

Es un pequeño capuchón de látex o silicona que se introduce en la vagina. Tiene una eficacia de entre un 84 y un 94%. Necesita prescripción médica, así que debemos acudir a nuestro ginecólogo, quien determinará el tamaño apropiado para cada mujer. El diafragma tampoco nos previene de la transmisión de ETS.

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