Arrancamos septiembre con muchas ganas y, de pronto, cansancio, somnolencia, falta de energía, falta de sueño reparador, mal humor, dolor de cabeza, problemas de concentración y, por supuesto, desorden a la hora de comer. ¿Te suena? A nosotros sí. Lo vemos cada septiembre.

Bienvenido septiembre

Hemos descrito los síntomas de cualquier “astenia”. Igual que la astenia primaveral, la astenia de septiembre toca en nuestra puerta todos los años. Las similitudes entre ambas son evidentes, y es que tienen el mismo origen.

La astenia es un trastorno adaptativo. Nos vemos obligados a adaptarnos a cambios de forma rápida y eso nos pasa factura. 

Y es que, para muchos, septiembre es sinónimo de estrés.

  • Disminución drástica de horas y la intensidad de luz del sol
  • Cambio en las temperaturas
  • Cambio de rutinas
    • Nueva adaptación a horarios lectivos en niños y docentes
    • Regreso al trabajo tras las vacaciones

La astenia no discrimina a nadie

Puede afectar a cualquier. La astenia y la sensación de agobio y estrés de estos días es tremendamente habitual.

CÓMO SE LUCHA CONTRA LA ASTENIA

Primero hay que descartar cualquier patología de base. Que no nos ocurra que pensemos que nuestro malestar se debe a motivos externos y nos olvidemos de la depresión, el estrés, las enfermedades infecciosas y otros problemas crónicos pueden explicar la sensación de falta de energía. 

Lo mismo ocurre con algunos medicamentos. Especialmente si hay cambios en la medicación relacionada con la alergia, algunos tranquilizantes y medicamentos para la tensión arterial. Si es el caso, acude a tu médico para que revise tu medicación de forma personalizada.

En la mayoría de los casos la astenia suele durar entre dos y cuatro semanas. Es el tiempo que el organismo tarda en adaptarse a estos cambios de los que hemos hablado y el proceso, aunque resulta incómodo, no reviste ninguna gravedad.

Algunos consejos para hacer más llevadera la astenia

1

Dale prioridad al descanso

Fíjate el objetivo de dormir entre 7 y 8 horas cada noche. La mayoría de las personas se encontrarán bien en ese rango de horas de sueño.
2

Centra tu alimentación en alimentos sanos y variados

Descartemos que tu sensación de cansancio venga por problemas alimenticios y demos a tu organismo los nutrientes necesarios para adaptarse lo mejor posible a los cambios.
3

Mantente hidratado

En general se recomienda beber unos dos litros de agua al día.
4

Mantente activo

Haz ejercicio moderado, un exceso de ejercicio en este momento puede incrementar los síntomas, y la vida sedentaria nunca es buena.
5

Mantén controlados los estimulantes como el café y los depresores, como el alcohol

Siempre que puedas deja que tu organismo vuelva al equilibrio de forma natural.
6

Evita el tabaco

Siempre es buen momento para dar este consejo.

En función de cada caso, puede ser buena idea tomar algunos complementos a base de plantas medicinales para acortar el periodo de adaptación.

Especialmente el Gingseng, el Eleuterococo, la Rodiola o el Guaraná pueden ser buenos aliados, ya que son adaptógenos. Recuerda que las plantas medicinales no son recomendables en todos los pacientes y en todos los casos, así que comenta con tu farmacéutico cual es la mejor opción para ti. Que sean naturales no quiere decir que sean inofensivas o inocuas.

En el caso de que el problema pueda venir de una dieta pobre o inadecuada o un problema de absorción de algún nutriente se pueden usar complementos como la Jalea Real o los Multivitamínicos.

Tal como vino, se irá

La astenia otoñal se irá en pocas semanas. Puedes estar seguro de ello. Si la sufres, párate un momento a pensar cuál puede ser el origen en tu caso y toma medidas.

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