El sérum es uno de los grandes desconocidos de las rutinas cosméticas y uno de los pasos que más dudas genera. ¿Antes o después de nuestro tratamiento diario?, ¿Por la mañana o por la noche?, ¿sólo o acompañado?

En este artículo intentaremos solucionar esas dudas y obtener pautas para utilizar o aconsejar el mejor sérum para una rutina cosmética perfecta.

¿Qué es un sérum facial?

El sérum es un producto que se caracteriza por tener sus activos cosméticos en altas concentraciones y por texturas muy ligeras que permiten una mayor penetración de estos activos, alcanzando capas más profundas de la piel y consiguiendo así una mayor eficacia. 

¿Cuándo y cómo se aplica?

Teniendo en cuenta que hay tantas rutinas cosméticas como tipos de piel y necesidades de las mismas, de forma general el sérum se aplicaría como primer paso del cuidado facial después de la limpieza del rostro.

Debido a su alta concentración de principios activos y a la fluidez de su textura es necesaria muy poca cantidad del mismo aplicándolo a toquecitos y nunca a fricción.

Se puede utilizar tanto de día como de noche dependiendo del efecto que busquemos y según nuestro tipo de piel sólo o antes de nuestra crema habitual.

Y podremos usar el mismo sérum por la mañana que por la noche o dos distintos beneficiándonos de la eficacia de distintos activos consiguiendo que nuestra  rutina sea más completa.

Así una piel grasa se podrá sentir cómoda con un sérum como primer paso y a continuación su protector solar, en una rutina de mañana, pero una piel seca lo más probable es que después del sérum su piel requiera una crema emoliente o nutritiva para un mayor confort y a continuación su protector solar.

¿Para qué sirve un sérum?

El sérum no es un producto obligatorio en nuestras rutinas cosméticas, es un complemento, pero sí se ha observado que mejoran el aspecto de la piel y pueden aumentar el efecto de los tratamientos posteriores.

Cada sérum tiene una función específica y el uso de uno u de otro dependerá de lo que queramos conseguir con nuestra rutina cosmética.

Así nos podemos encontrar:

  • Sérums despigmentantes: en el caso de tener manchas en la piel. Presentan activos como el ácido kójico, ácido tranexámico, azelaico.

Conseguimos así aumentar la eficacia y la potencia del posterior tratamiento.

  • Sérums hidratantes: consiguen mejorar la hidratación de pieles secas y son ideales para pieles grasas-mixtas deshidratadas. El principal activo que vamos a encontrar es el ácido hialurónico.
  • Sérums antioxidantes: principalmente los utilizaremos por la mañana, para proteger la piel de la oxidación, conseguir un tono más uniforme y una mayor luminosidad. Aquí nos podemos encontrar sérums con ácido ferúlico, ácido ascórbico (la tan conocida vitamina C), ácido elágico.
  • Sérums que regulan el exceso de sebo y la producción bacteriana: ideales para pieles mixtas-grasas con tendencia al acné. En su formulación nos podemos encontrar activos como la niacinamida, ácido salicílico, azelaico.
  • Sérums exfoliantes: ideal para pieles engrosadas, con tono poco uniforme y sin luminosidad. Para pieles con imperfecciones o envejecidas. Son considerados sérums comodín porque los podemos utilizar en distinto tipos de rutinas: para una rutina despigmentante, coadyuvante en tratamientos antiacné, en rutinas antienvejecimiento…

 Lo más probable es que estén formulados con alfa-hidroxiácidos (AHA) o beta-hidroxiácidos (BHA). Los activos más utilizados serian: ácido málico, ácido mandélico, ácido glicólico, ácido cítrico, ácido salicílico.

  • Sérums antienvejecimiento: dentro de este tipo de sérums nos vamos a encontrar como principal activo el retinol y sus derivados como el ácido retinóico y el retinaldehido. El retinol es el activo antienvejecimiento por excelencia, pero requiere ciertas precauciones en su uso. Hay que tener en cuenta que los sérums que presenten retinol o alguno de sus derivados serán de uso exclusivo nocturno y a veces hasta total tolerancia su uso se limitará a dos o tres veces por semana.
  • Sérums calmantes: Las pieles con picores, sensibles y enrojecidas encuentran en estos sérums un producto que les ayuda a aliviar esas sensaciones. Aquí nos encontraremos activos como el extracto de la Centella asiática, vitamina E, vitamina B5.

¿A qué edad se aconseja utilizar el sérum?

Partiendo de que en las rutinas cosméticas no hay edades si no necesidades y requerimientos, podremos usar un sérum a cualquier edad siempre adaptado a aquello que busquemos mejorar.

En resumen detectemos lo que nuestra piel necesita y aquello que queremos mejorar y sobre eso podremos preparar una rutina donde el sérum puede ser nuestro gran aliado para poder conseguir unos resultados óptimos y potenciar el efecto de nuestro tratamiento habitual.

Idoia Sastre Astorkiza-Comisión Dermofarmacia COFPO