La piel es el órgano más grande del cuerpo humano. Pocas veces pensamos en la piel de esta manera. Es un órgano con sus peculiaridades, sus células, sus funciones… y cuando algo falla, tenemos un problema.

La función principal de la piel es la función barrera. Aunque, bueno… eso de clasificar las funciones de un órgano por su importancia puede llevar a errores. La piel nos protege del exterior, es una barrera selectiva de las sustancias que pueden entrar por vía tópica en nuestros organismos, pero, además, nos ayuda a regular la temperatura, nos protege químicamente de agentes externos potencialmente patógenos, regula la pérdida de agua y es el vehículo del sentido del tacto, igual que los ojos lo son del de la vista. Este sentido del tacto va mucho más allá que poder percibir texturas o tamaños, también incluye, por ejemplo, sentir calor y frio, y se convierte en un aliado imprescindible de nuestra salud. Por ejemplo, las complicaciones de enfermedades como la famosa lepra, o el pie diabético tienen su origen en un sentido del tacto que no funciona bien.

Nuestra piel está muy expuesta a posibles sustancias dañinas, a la polución, al polvo… y, además, tiene un montón de procesos exocrinos y de automantenimiento. Y todo esto hace que la piel pueda tener problemas de muchos tipos. Casi todos los problemas de salud de la piel pasan por un proceso de inflamación. Y esta es la definición de dermatitis.

La dermatitis del pañal puede arruinar muchas noches de descanso reparador

La dermatitis del pañal en lactantes puede arruinar una buena noche de descanso reparador tanto a los bebés como a sus padres. Dejando las bromas atrás, la dermatitis de pañal es un problema muy habitual en lactantes que puede ser muy molesto. Cursa con irritación e inflamación y se llama así porque aparece en la zona del pañal. Habitualmente es de carácter leve. Aparece un enrojecimiento en la piel de glúteos, muslos y genitales. Pero puede agravarse con irritación, escozor y erupciones, y siempre que la piel está dañada existe el riesgo de que aparezcan infecciones secundarias, por ejemplo, causadas por hongos.

Aunque puede aparecer en cualquier momento, es más habitual entre los 6 y los 12 meses de edad y afecta por igual a niños y niñas.

Factores de riesgo

La aparición de la dermatitis de pañal depende de muchos factores, y el primero de ellos

  • Contacto con heces y orina. Especialmente cuando se mezclan, pueden resultar tremendamente irritantes.
  • Oclusión por el pañal. La oclusión hace que cambie la permeabilidad de las capas más externas de la piel. Por lo tanto, esas sustancias irritantes que están en el pañal penetrarán más en la piel del bebé, favoreciendo la irritación.
  • Texturas y sustancias irritantes en toallitas. No todas las toallitas higiénicas son iguales, aunque lo parezcan. La mayoría de las familias buscan toallitas con gran poder de arrastre y muy económicas, pero ese poder de arrastre puede estar provocado por una textura adecuada y por agentes tensoactivos. Busca siempre toallitas de buena calidad. Incluso si tu bebé tiene problemas severos de esta índole, existen toallitas oleosas que serán las más adecuadas para él.
  • Jabones y cremas inadecuadas. La piel inmadura de los bebés, sumada la oclusión del pañal hace que cualquier jabón o crema que se aplique tenga que cumplir determinadas características técnicas. Usar geles o cremas testadas en adultos puede no ser suficiente. Usa siempre productos específicos.
  • Exceso de higiene. Parece ilógico, pero el exceso de higiene genera un gran problema. La piel segrega una emulsión natural que baña las células externas. En todo el cuerpo y especialmente en las mucosas. El exceso de higiene retira esta emulsión natural, dejando la piel desprotegida.
  • Cambios en las heces. Tanto la dentición como el cambio de alimentación pueden modificar las características de las heces.
  • Diarreas. Son muy frecuentes en niños, ya que su sistema digestivo es inmaduro y en muchas ocasiones genera una diarrea. También es habitual que se produzca una diarrea por el uso de antibióticos. Si es así ,te recomendamos acudir a los probióticos que han demostrado ser eficaces en la prevención de diarreas por uso de antibióticos.
  • Dermatitis atópica. Hablamos de ella en este artículo. Una de sus características es que la función barrera de la piel puede verse comprometida, y eso favorece la aparición de dermatitis de pañal.

En la dermatitis de pañal, prevención y tratamiento van de la mano

El abordaje de la dermatitis irritativa del pañal se basa tanto en la prevención como en el tratamiento de las lesiones, las siguientes recomendaciones nos ayudarán a evitar o combatir las molestias asociadas a la aparición de la dermatitis del pañal:

  • Realizar una correcta higiene de la zona con agua tibia y con un jabón suave evitando los que lleven fragancias y conservantes, secando a toques sin frotar las nalgas ya que se puede aumentar la irritación.
  • Mantener en la medida de lo posible la piel de la zona seca y limpia, cuando sea posible se dejará al bebé pequeños ratitos sin pañal para favorecer que la piel al estar al aire se seque.
  • Cambiar los pañales con frecuencia para disminuir la posibilidad de maceración.
  • No ajustar demasiado el pañal, ya que si éste está flojo la fricción con la piel siempre será menor.
  • Utilizar pañales de talla correcta, de modo que se disminuye la posibilidad de la aparición de rozaduras por no emplear la talla correcta.
  • Empleo de cremas barrera que actúan protegiendo la piel aislándola del contacto con el pañal. Estos productos específicos (en el siguiente enlace puedes encontrar información sobre las pastas al agua) además de enfocarse en aislar la piel que está en contacto con el pañal, ayudan a frenar la acción de los factores desencadenantes y a prevenir la sintomatología acompañante.
  • Evitar utilizar tratamiento tópico sin que el pediatra lo haya prescrito

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